Cientos de personas estuvieron presente este viernes en una iglesia de Quito, capital de Ecuador, para despedir a los tres trabajadores de El Comercio, diario del país meridional y quienes fueran asesinados por disidentes de las FARC.
De acuerdo con información de AP, el dolor y la tristeza no fue escondido en el lugar, donde se les dio una despedida pública a los suyos tras el acto celebrado en la sede del rotativo.
Compañeros de labores del medio y otros estuvieron ahí para presentar sus respetos a los familiares y amigos de Paúl Rivas, Javier Ortega y Efraín Segarra, secuestrados y después asesinados por alias “Guacho” en la frontera con Colombia.
“La desaparición es un crimen atroz, terrible, es un crimen repudiable y por eso esto tiene que ser el inicio para que el país deje de ser insensible a este crimen”, expresó la esposa de Rivas en el velorio de este viernes.
Asimismo, la viuda de Rivas pidió a los trabajadores de la prensa en Ecuador “memoria para que el periodismo le haga frente al miedo con más periodismo, verdad, para que la verdad salga le cueste a quien le cueste”.
El acto se celebró casi tres meses después del secuestro de los hombres, y cuyos cuerpos fueron recuperados por las fuerzas militares de Colombia.