La búsqueda de los responsables de la violencia sin fin en el suroccidente del país impulsó el caso 002 que abre la Jurisdicción Especial de Paz, desde su funcionamiento.
A diferencia de lo que ocurrió el viernes pasado, en esta ocasión el caso no se centra en un fenómeno nacional como el secuestro, sino que prioriza la violación a los derechos humanos que han sufrido las comunidades de Tumaco, Ricaurte y Barbacoas.
Cerca de 120.000 víctimas ha dejado la violencia entre 1990 y el 1 de diciembre de 2016 en esa zona. Masacres, asesinatos, reclutamientos, desplazamientos, desapariciones forzadas y secuestros cometidos entre 1990 y 2016 tendrán que empezar a esclarecerse.
Por eso se espera que la Sala de Reconocimiento, a través de la apertura de caso, dé inicio a la etapa de contribución a la verdad de los crímenes presuntamente cometidos por parte de las extintas FARC y miembros de la fuerza pública. Con esto, comenzará el llamado a versiones voluntarias correspondientes.
“Dado el abandono histórico en el que se encuentra esta zona y la presencia de diferentes actores, la sala priorizó la situación”, manifestó la magistrada Julieta Lemaitre. Esta etapa de reconocimiento de verdad y responsabilidad que arranca en esa región del país no solo permite materializar el enfoque territorial, étnico y racial, sino comprender la dinámica del conflicto armado en el territorio y sus posibles causas y efectos.
Fuente: Semana