El fin de la guerra entre el gobierno colombiano y las FARC quedará en la historia como una de las acciones a recordar por siempre en el país suramericano, así como su impacto en la política local y sus repercusiones en la región.
La firma de este acuerdo, que ponía a un lado los problemas con la guerrilla, a la vez que su reinserción en la sociedad generaba más preguntas que respuestas, pasará a ser la medalla del presidente Juan Manuel Santos.
Así lo aseguró este lunes el mandatario colombiano, cuyo periodo presidencial bajará su telón este martes.
En su última alocución como presidente de la república, Santos señaló que este siempre será su mayor logro; no obstante, lamentó las muertes que antes fueron ocasionadas por grupos rebeldes instalados en las zonas rurales.
“Ninguna paz es perfecta, ni fácil de consolidar, y menos en nuestro país, afectado por tantas formas de violencia. Los asesinatos de líderes sociales son un dolor con el que me marcho”, expresó el aún mandatario.
Además, confirmó que dejará el cargo “con la satisfacción de haber progresado mucho hacia la visión” de poder “tener una Colombia en paz, con mayor equidad y mejor educada”.
