El mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega, estanca el diálogo en su país tras 51 días de la última conversación. En una entrevista, descalificó la labor de monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, según reseñó La Prensa.
Para Ortega, el obispo está incapacitado para ser mediador en el diálogo por las críticas que ha expresado en las redes sociales. Cuestionó además la credibilidad de la Conferencia Episcopal de Nicaragua en las conversaciones.
“Él (Báez) es el más bueno para andar en eso. El día que estábamos inaugurando, instalando el diálogo, él era el que estaba lanzando ataques. Entonces no puede ser mediador”, dijo Ortega en la entrevista complaciente, realizada en julio y conocida esta semana.
“Ha habido dos o tres obispos que han roto con su papel de mediadores, porque el día que se instaló el diálogo uno de ellos, tomando la palabra, inició dándole todo el respaldo a la oposición. Ese obispo en ese momento estaba restándole autoridad a la Conferencia Episcopal. Ahí mismo otro obispo mandando mensajes por el celular tuiteando a favor de la oposición y contra el gobierno”, agregó.
También los acusó de estar “comprometidos con los golpistas” y de ser parte de un plan en su contra.
Fuente: La Prensa
