Tras el inicio de las protestas en Nicaragua contra la política del régimen de Daniel Ortega, el país centroamericano ha reportado, según organizaciones ligadas al respeto de los derechos humanos, más de 300 bajas; sin embargo, desde el lado del gobierno el número es otro.
La vicepresidente primera dama de dicha nación, Rosario Murillo, destacó una actualización al número de fallecidos ligados a la situación, la cual pasó de 197, cifra presentada la semana pasada, a 198.
“Son 198 hermanos nicaragüenses los que han asesinado, 198 vidas irremplazables”, dijo en atención a medios locales.
El régimen de Ortega ha vinculado el número de muertes a acciones marcadas por el terrorismo, haciendo mención a los manifestantes y su petición del adelanto de las elecciones presidenciales en la convulsa nación.
“Las instituciones del Estado nicaragüense harán justicia”, indicó.
Pese a lo que ha reflejado el gobierno, otros organismos, así como la comunidad internacional, mostraron cifras abultadas en el pasado. Por ejemplo, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos afirmó que las bajas alcanzan las 305, mientras que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dio 317.
No obstante, la que mayor número de muertos por las protestas ha lamentado fue la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos, con 448.
