“Soy el único senador que no puede generar a su movimiento personería jurídica, es el único movimiento que con 8 millones de votos y representación en el Senado no tiene personería jurídica”, ese fue el primer pronunciamiento de Gustavo Petro después de que el Consejo Nacional Electoral decidiera dejar a la Colombia Humana sin personería jurídica. Si esto hubiera sucedido hace algunos años el impacto de ser un senador sin partido sería menor, pero con el Estatuto de Oposición vigente es mucho lo que pierde el parlamentario.
El Estatuto de Oposición es hijo del acuerdo de paz con las Farc. Se logró después de 27 años de infructuosos intentos, y pretende dar mayores garantías a quienes hacen oposición al Gobierno de turno. El Congreso que se instaló el pasado 20 de julio lo está estrenando. Justo por eso Petro está allí, su curul le fue otorgada por haber obtenido la segunda votación en las elecciones presidenciales, en las que sacó 8 millones de votos. La idea es que quien ocupara este puesto pudiera hacer oposición. Pero en el mismo estatuto se dice que solo podrán ser oposición los movimientos o partidos políticos con personería jurídica.
Este era el principal argumento del magistrado del CNE Armando Novoa, quien abogaba para que se le otorgara la personería jurídica a la Colombia Humana. Pero a la hora de la votación primó el artículo 108 de la Constitución que dice que solo se le puede conceder personería jurídica a los grupos significativos de ciudadanos que hubiesen inscrito listas para las elecciones de Senado y Cámara de Representantes y que en ellas hayan superado el umbral del 3 por ciento de la votación. Y, en el caso de Petro, su apuesta en las elecciones de Congreso fue la lista de la Decencia, no la Colombia Humana.
Petro interpondrá los recursos judiciales necesarios ante la decisión del CNE. Pero mientras se da este proceso el hecho es que Colombia Humana no tiene personería jurídica y por tanto no tendrá los beneficios de ser bancada de oposición.
No podrán declararse ante el CNE como oposición, plazo que vence el próximo 7 de septiembre –un mes después de la posesión del presidente de la república-.
No tendrán derecho a financiación adicional.
No tendrán acceso a los medios de comunicación. Quienes se declaran en oposición tienen en cada canal de televisión y emisora, al menos 30 minutos mensuales en las franjas de mayor sintonía. El costo de estos espacios será asumido por el Estado. El 50 por ciento del tiempo se asignará en partes iguales, y el otro 50 con base en el número de escaños que tenga cada agrupación en el Congreso, las asambleas y los concejos municipales o distritales.
Durante la instalación de las sesiones del Congreso por parte del presidente de la República no tendrán participación en los 20 minutos que tiene la oposición para presentar sus observaciones en los mismos medios utilizados para la transmisión oficial.
No podrán controvertir las alocuciones presidenciales hasta tres veces en el año.
No tendrá acceso prioritario a la información y a la documentación oficial; derecho de réplica; participación en mesas directivas de plenarias de las corporaciones públicas de elección popular; participación en la Comisión de Relaciones Exteriores; derecho a participar en las herramientas de comunicación de las corporaciones públicas de elección popular y a la sesión exclusiva sobre el Plan de Desarrollo y presupuesto.
En el Congreso habrá un día de la oposición, en el que podrán determinar el orden del día (hasta cinco veces durante cada legislatura). Colombia Humana no podrá hacer parte de quienes decidan este orden.
Además, de esto Petro tiene un problema aún mayor y es que en las elecciones de 2019 la Colombia Humana no podrá presentar candidatos propios. La representante de la bancada de Decentes María José Pizarro considera que esto es lo que hay de fondo en la decisión del CNE de negar la personería jurídica: “Han tomado una decisión de carácter político y es impedir que la Colombia Humana pueda presentar sus candidatos a las elecciones locales”. Este es un golpe al corazón de la Colombia Humana, cuyo proyecto político, dicen ellos, consiste en hacer crecer su movimiento y lograr copar la mayor cantidad de alcaldías, concejos, gobernaciones y por supuesto la presidencia en los próximos años.
Por Semana.com