Una nueva polémica enfrenta el proceso penal de Álvaro Uribe por presunta manipulación de testigos ante la Corte Suprema. El más reciente episodio tiene que ver el hallazgo de un informe de interceptación de la línea telefónica del expresidente que proviene de otro expediente y que fue sumado a su proceso. La defensa del exmandatario advirtió ese hallazgo al recibir el expediente y sus anexos. En su contenido hay varias interceptaciones telefónicas, entre esas, la que está en cuestión.
La reacción de Uribe fue señalar que no le incomodan ese tipo de situaciones pues no tiene nada que ocultar. Sin embargo, sus abogados, Jaime Granados y Jaime Lombana Villalba, expidieron un comunicado para manifestar su molestia y las acciones a tomar. Aseguraron que “interceptar por error” constituye una falta gravísima y que por tanto han solicitado a la Procuraduría un acompañamiento especial en el caso.
El magistrado José Luis Barceló, presidente de la Corte Suprema de Justicia y hasta hace un par de días el togado instructor del caso, concedió una detallada entrevista a SEMANA en donde responde a cada uno de los interrogantes alrededor de la interceptación.
SEMANA: Esta polémica arrancó la semana pasada. ¿Por qué hasta ahora decide pronunciarse?
José Luis Barceló: Por dos razones básicas: la primera, porque viendo el día a día noticioso, se observaba una total desinformación, lo cual ha llevado a que se haga pensar en la opinión pública que se trató de un error y que la corte “chuza” de manera ilegal, situaciones o aspectos totalmente fuera de lugar y de la verdad. Insisto, no se trató de un error y, mucho menos de un acto ilegal.
SEMANA: ¿Y la segunda razón?
J.L.B.: Porque habiéndose elegido los integrantes de la Sala Especial de Instrucción (la llamada primera instancia con la Sala de Juzgamiento que ya cuenta con sus tres magistrados elegidos), es ese nuevo organismo el llamado a resolver las pretensiones y peticiones presentadas por los defensores de los congresistas. Los procesos pasan allá. Lo que les abre a procesados y defensores un espacio nuevo y unos magistrados distintos que resolverán definitivamente estos cuestionados asuntos, para tranquilidad de todos.
SEMANA: Vamos directo al punto de la polémica. La línea telefónica de Álvaro Uribe fue interceptada pero se descubrió que eso pasó dentro de la investigación de la corte al representante a la Cámara Nilton Córdoba, no fue una escucha ordenada en el proceso que se le sigue al expresidente. Un caso no tiene nada qué ver con el otro. ¿Cómo pudo ocurrir eso?
J.L.B.: Como consecuencia de las declaraciones del exfiscal Gustavo Moreno, al develar todo lo relacionado con el cartel de la toga, se dispuso investigar por esos mismos hechos al representante a la Cámara de Chocó Nilton Córdoba Manyoma. Hay que tener presente que en el despacho del magistrado Gustavo Malo se adelantaban dos procesos contra este representante: uno que hacía referencia a un posible peculado relacionado con la contratación de una sede para la Alcaldía del municipio; y otro relacionado con posible lavado de activos –entre otros delitos– porque Córdoba al parecer traía metales preciosos de contrabando de Panamá para hacerlos aparecer como explotados en su región (Bajo Baudó) y de esa manera poder cobrar las regalías que supuestamente se obtenían por la explotación; dineros que al parecer, dentro de esa investigación, desaparecieron.
El proceso cursaba en el despacho del doctor Gustavo Malo –esto son afirmaciones que hizo en su momento Gustavo Moreno, que era el defensor de Nilton Córdoba– y por él se pagó un dinero, se habla de 200 millones de pesos para que ese expediente permaneciera engavetado, para que no se moviera. Es más, incluso, el mismo Gustavo Moreno informó a la corte que Nilton Córdoba alcanzó a rendir versión libre y que en esa versión libre no le fue nada bien, que estuvo muy asustado y temeroso, y que había cometido una serie de equivocaciones en sus respuestas, que prácticamente lo hacían responsable de las conductas que se le imputan. Tanto así que no solamente los 200 millones fueron destinados para engavetar el proceso sino que al mismo tiempo fueron pagados para extraer de manera delictual la versión –tanto escrita como en audio– que había rendido. Por esta razón a Nilton Córdoba se le abrió investigación por los delitos de cohecho y falsedad.
Pues bien, estando engavetado ese proceso e investigándose los hechos relacionados con la entrega de los 200 millones de pesos, me corresponde a mí como ponente investigar a Córdoba por ese delito de cohecho, por haber dado ese dinero para engavetar ese proceso. Dentro de la línea de investigación, se dispuso, entre otros elementos de juicio, la interceptación telefónica de la línea que Nilton Córdoba usa de manera cotidiana. Efectivamente, se decreta la interceptación, se da la orden a Policía Judicial y estos, con el fin de buscar cuál es el número de contacto de Nilton Córdoba, buscan los procesos en el despacho de Gustavo Malo. Los investigadores del CTI indagaron en ese expediente por el contacto del número telefónico, vieron sendos documentos de citaciones a Nilton Córdoba y la dirección de la oficina del representante, un número telefónico celular, y efectivamente sobre ese número telefónico es que recae la interceptación.
SEMANA: ¿Cuándo se ordenó la interceptación?
J.L.B.: Se dispuso el 7 de marzo de este año. Y no pasa mucho tiempo, fue el 22 de marzo cuando los miembros de Policía Judicial, los técnicos investigadores informan a la corte del hallazgo imprevisto e inevitable y es que el número telefónico interceptado no representa ninguna importancia porque nada tiene que ver con los hechos que son motivo de investigación, por esta razón se dispuso la cancelación de la interceptación. Lo reportan los investigadores y el técnico que está en la sala respectiva haciendo las escuchas. La corte, de manera respetuosa, pide que se cancele la interceptación a esa línea telefónica.
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