La Policía Nacional de Nicaragua realizó un despliegue el sábado para reprimir una manifestación convocada en contra del mandatario Daniel Ortega, un día después de declarar “ilegales” las protestas y amenazar con cárcel a quienes las convoquen.
Los funcionarios persiguieron a los ciudadanos opositores por las calles del barrio El Riguero. Dispararon bombas lacrimógenas. De acuerdo con el diario local La Prensa, “así inició una nueva etapa de terror hacia los manifestantes” para evitar las marchas.
La actividad fue denominada “Nicaragua en rebeldía. ¡No tenemos presidente!”. Ciudadanos increparon al comisionado general Fernando Borge, quien dirigió el operativo, y le entregaron una Constitución para que lea el artículo (54), que establece la movilización pacífica.
De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la criminalización y enjuiciamiento de manifestantes es la tercera fase de la represión que se ha registrado en el país centroamericano.
Personas afectas a Daniel Ortega si pudieron movilizarse a favor del gobierno desde tempranas horas del día, en el punto de concentración de los opositores.
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Con información de La Prensa.
