En las últimas semanas el papa Francisco ha tenido vocería con respecto a la juventud y el comportamiento de la Iglesia Católica. En esta oportunidad abrió una asamblea de obispos y llamó a transformar la estructura de la religión, que a su parecer se aleja de los jóvenes.
El pontífice dio la bienvenida a “dos hermanos obispos de China continental”, un hecho sin precedentes en un sínodo, esto en una misa celebrada en la plaza San Pedro para inaugurar la asamblea dedicada a los jóvenes.
La presencia de estos dos obispos miembros de la llamada Asociación Patriótica Católica China —controlada por el gobierno comunista— es consecuencia de un histórico y reciente acuerdo entre el Vaticano y China sobre el delicado tema del nombramiento de obispos, reseña la agencia de noticias AFP.