En el deporte reposan, en su mayoría, las noticias positivas. Es un factor de cambio, de inspiración y una escuela indirecta que invita a los más pequeños a intentar imitar a sus ídolos, pero también es fuente de respeto por los adultos. En sus entrañas reside la disciplina como principal concepto para triunfar, una situación que añade orgullo a quien crea un camino propio a través de la práctica.

En estos tiempos, la renovación de elementos puede que sea escasa, pero no por falta de talento; hoy se asoman cada vez nuevos atletas cuyos primeros pasos son fuertes, pero no lo suficientemente contundentes para acabar con hegemonías dispuestas por otros hace ya varios años.

La vieja camada, el grupo de experimentados que podrían estar viendo a otros triunfar desde casa hoy protagoniza casos atípicos dado el dominio aun cuando se les ha intentado retirar. No es que la edad sea obligatoriamente un límite o que atasque al físico hasta llevar a la figura a decir adiós, pero el presente parece que fuera el mismo de hace unos 10 años, así, la vara está mucho más alta para el relevo, fuertemente atormentado por la veteranía de los ya establecidos, pero esto, con la misión de ver el vaso medio lleno, es una llamada de urgencia para los que vienen aún más atrás, a quienes les tocará hacerse profesionales en deportes cuyo nivel alcanzó niveles insospechados.

La aventura luce fantástica e histórica para leyendas vivientes en tres deportes como el baloncesto, fútbol y tenis.

La era de LeBron James

Cuando en el draft de la NBA de 2003 los Cavaliers de Cleveland hicieron el movimiento lógico para sumar a sus filas a LeBron James, el mundo del baloncesto no tardó en ver la adaptación exitosa del alero en la que hoy por hoy es su liga.

15 temporadas después y con tres títulos, James (33 años) presume no solo de los logros colectivos al coronarse en tres ocasiones, dos de ellas con el uniforme del Heat de Miami y uno con los de Ohio, también es dueño de cuatro premios como Jugador Más Valioso de la liga, además de haber participado en 14 Juegos de Estrellas.

Para él todo es ganancia; sin embargo, en esta nueva etapa de su carrera podría venir lo mejor. En verano, el nativo de Akron firmó un contrato por cuatro años con los Lakers de Los Ángeles en un movimiento agresivo de los californianos por levantar el ánimo de una de las mejores franquicias en la historia de la NBA.

Si fuera otro el caso, los laguneros habría transitado en un mar de dudas sobre la adquisición de un jugador que ya pasó su etapa de esplendor, pero con James, tan disciplinado como ambicioso, las noticias positivas no van a faltar.

Su leyenda en el baloncesto no se mide por ser la referencia de su época, pues ya es natural, pese a la subjetividad del tema, compararlo con íconos como Kareem Abdul Jabbar, Wilt Chamberlain o Michael Jordan, para muchos, el mejor jugador de la historia.

En la tradicional encuesta realizada a gerentes de la liga semanas antes de comenzar con la campaña, la gran mayoría acordó que el favorito, una vez más, para alzarse como MVP es James. Como si de la fórmula secreta para la eterna juventud se tratara, el alero arranca con ventaja otro curso por la NBA.

Los eternos ganadores del Balón de Oro

Desde que en 2008 el portugués Cristiano Ronaldo alzó el Balón de Oro como mejor futbolista del planeta según la revista francesa France Football, el nombre del madeirense y el argentino Lionel Messi han sido los únicos que se han escuchado como los reconocidos con el prestigioso galardón, en dominio de este par en el mundo del balompié que trasciende más allá de la década.

El trabajo de ambos con sus respectivos clubes alimenta campaña a campaña una situación en la cual pocos han logrado colarse en la discusión por ser el mejor del año, pero al final todo queda en el análisis.

Hoy Messi, con 31 años, sigue siendo el jugador a seguir en las filas del Barcelona de España, donde su rol como elemento desequilibrante ahora encuentra reposo en la distribución sobre otras piezas más jóvenes que brinden adrenalina al ataque blaugrana. La adaptación a nuevos roles pero sin desentonar en su grandeza han llevado al rosarino a ser considerado el mejor de la historia en el cuadro catalán, siendo punta de lanza de los mayores éxitos del palmarés culé.

Por su parte, para CR7 (33 años) el discurso invita a pensar en su evolución a través de los años y cómo se ha permitido abrirse paso para elevar su calificativo más allá del fútbol. Más que ese jugador letal y goleador que a temprana edad llamó la atención de sir Alex Ferguson para llevarlo al Manchester United cuando vestía el uniforme del Sporting de Lisboa, el goleador histórico del Real Madrid y ahora atacante de Juventus de Turín cuenta con herramientas para ser considerado un atleta del más alto nivel.

La clave está en el trabajo extra que pone a sus responsabilidades, algo que sus compañeros en los distintos cuadros que ha defendido no se cansan de destacar.

Raquetas que no conocen de límites

El deporte que tal vez mayor admiración ha levantado por la forma en que sus veteranos han marcado su época es el tenis. Pasan los años y los mismos nombres adornan los primeros lugares de la clasificación, algo que en teoría podría verse con un caso netamente monótono y aburrido, pero la manera en cómo los grandes responsables de esto se han reinventado es lo que pone brillo al deporte blanco.

Roger Federer es el primer nombre que salta a la mesa. El caso del suizo, hoy con 37 años de edad, marca la que puede ser la carrera más prolífica en la historia de la disciplina. Por sus logros y formas en que lo ha hecho, el nativo de Basilea perfectamente entra dentro de la lista de los mejores deportistas de la historia, un nicho en el que unos pocos cuentan con espacio.

Pese a que el físico pocas veces lo ha apartado, esta última etapa ha dictado que la inteligencia debe estar por sobre el instinto. Con un calendario menos riguroso, la exigencia física no es la misma de antes, pero para él esto se traduce en la calidad de su repertorio en los eventos que cuenten con su presencia.

Por las damas, Serena Williams es el caso de la leyenda eterna. Con la misma edad que Federer, la norteamericana no ha desentonado pese a ciertas ausencias por lesiones naturales para alguien con tantos años en el circuito.

Madre desde 2017, la estadounidense ha sabido equilibrar ambas tareas, destacándose en las dos de manera excepcional. Su dominio la coloca junto a otras referentes como Steffi Graf o Margaret Court, siendo las tres más ganadores de torneos de talla Grand Slam en la historia del tenis.

últimas noticias


Sucesos

El caso de Hickman's Family Farms

MS-13: "Te unís o te morís"


Política

La representante Tricia Cotham deja el Partido Demócrata para unirse al Republicano


Nacional

En Florida preparan ley contra los periodistas y medios de comunicación