Sin mayores sorpresas durante la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro obtuvo el 55.17% del apoyo del total de votantes que participaron el domingo en la etapa definitiva para dirigir su país hasta 2022.
En una primera vuelta en la que de momento rozó el ansiado 50% para quedarse de forma directa con la victoria, tuvo que esperar otras tres semanas para hacerse con el resultado deseado, en un proceso que mantuvo el patrón para quedarse con un triunfo para muchos previsible.
“Mi gobierno será defensor de la Constitución, de la democracia y de la libertad. No es la promesa de un partido, es un juramento a Dios”, señaló luego de darse a conocer que había ganado, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias EFE.
Fueron más de 57 millones de votos los obtenidos por Bolsonaro, un hombre envuelto en la polémica por una serie de declaraciones que hacen temer sobre la posible rigurosidad sobre distintos sectores políticos y sociales de Brasil.
Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores, y quien asumiera la candidatura luego de que las justicia del país suramericano apartara al expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, obtuvo el apoyo de 47 millones de electores.
“Lo que ocurrió en las urnas no fue la victoria de un partido, sino la celebración de un país por la libertad”, detalló el ganador, quien prometió “estimular las inversiones”, y “eliminar lo más rápido posible el déficit público” de su país.