El príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman calificó al periodista asesinado Jamal Khashoggi de peligroso islamista, días después de su desaparición, a través de una llamada telefónica que tuvo con el yerno del presidente Trump, Jared Kushner, y con el asesor de seguridad nacional, John Bolton.
En el llamado, que ocurrió antes de que el reino reconociera públicamente el asesinato de Khashoggi, el príncipe heredero instó a Kushner y Bolton a preservar la alianza saudí-estadounidense y aseguró que el periodista era miembro de la Hermandad Musulmana, grupo al que se oponen desde hace mucho tiempo Bolton y otros funcionarios de Trump.
El intento de criticar a Khashoggi en privado se contradice con las últimas declaraciones públicas del gobierno saudí, donde denunciaron la muerte del periodista como un “terrible error” y una “terrible tragedia”.
“El incidente que ocurrió es muy doloroso para todos los saudíes”, afirmó el príncipe heredero, líder de facto del reino, durante una reunión de expertos celebrada la semana pasada. A lo que también agregó “El incidente no es justificable”.
El embajador saudí en Estados Unidos, Khalid bin Salman, describió a Khashoggi el mes pasado como un “amigo” que dedicó “gran parte de su vida a servir a su país”.
En una declaración publicada en el The Washington Post, la familia de Khashoggi calificó de inexacta la caracterización del columnista como islamista peligroso.
“Jamal Khashoggi no era miembro de la Hermandad Musulmana. Él negó tales reclamos repetidamente en los últimos años”, señaló la familia. “Jamal Khashoggi no era una persona peligrosa de ninguna manera posible. Afirmar lo contrario sería ridículo”.
Una persona que conocía la discusión señaló que Bolton no indicó que apoyaba la caracterización de Khashoggi por parte del príncipe heredero durante la llamada.
Un funcionario saudí negó este miércoles que el príncipe heredero hiciera las acusaciones, diciendo que “las llamadas de rutina existen de vez en cuando” con el joven líder y altos funcionarios de Estados Unidos, pero “no se hizo ningún comentario al respecto”.
Con información de The Washington Post