Las autoridades desarticularon una presunta red que se dedicaba a hurtar vehículos en cabeceras departamentales y otras ciudades del país desde octubre de 2015.
La Fiscalía giró órdenes de captura el pasado jueves para cinco personas, y a 10 que están detenidas les fueron notificadas la nueva acusación y son prófugas otras tres.
La Fiscalía dice que la red está involucrada en 35 casos de hurtos de carros, los cuales eran vendidos en el “mercado negro” en precio de $800 a $1,000. Los autos eran trasladados a la frontera de El Salvador con Honduras, o eran vendidos a dos personas en el país, quienes los desarmaban y vendían las piezas en negocios de Cojutepeque y Apopa.
Según el jefe fiscal de la Unidad de Patrimonio de Cojutepeque, la red encabezada por Raúl Osvaldo Castillo Jiménez se “especializaba” en hurtar carros de dos marcas y que fueran de modelos 2008 a 2013.
Los robos sin violencia los hacían por horas de la noche cuando merodeaban San Salvador, la colonia Miramonte, Santa Tecla, y otras ciudades y cabeceras de ocho departamentos más.
La investigación dice que los acusados se reunían en gasolineras y buscaban carros afuera de casas, también afuera de restaurantes y bares. Si tenían alarma, se la desconectaban, luego los hurtaban y los llevaban a un parqueo privado, donde pagaban por dejarlo un día.
Mientras los vehículos estaban guardados, según la Fiscalía, Bessy Yanira Chica Sosa, les ayudaba a falsificar las tarjetas de circulación en una “tramitadora” ubicada frente a las oficinas de Sertracen.
Por ElSalvador.com