El australiano Sam Ballard murió el viernes a los 28 años. El hombre es conocido en todo el mundo por haber comido una babosa que se arrastraba por el jardín tras perder una apuesta en 2010.
El entonces jugador de rugby pasó 420 días en coma y tres años en el hospital. Sin embargo, quedó tetrapléjico como consecuencia de ingerir el parásito de la lombriz Angiostrongylus cantonensis, que se encontraba en el molusco.
De acuerdo con medios internacionales, el parásito le ocasionó la infección cerebral mengoencefalitis eosinifílica. Desde entonces dependía de su familia para cuidarlo.
Con información de Publimetro