El 15 de noviembre de 2017, el submarino ARA San Juan de la marina argentina se comunicó por última vez anunciando lo siguiente: “Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N° 3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barra de baterías. Baterías de proa fuera de servicio al momento en inmersión propulsando con circuito dividido. Sin novedades de personal. Mantendré informado”
Un año después, los familiares de los 44 tripulantes del submarino conocieron los detalles de su hallazgo. Recluidos entre una base militar y un hotel en Mar del Plata (400 kms al sur de Buenos Aires), los familiares, muy afectados con la confirmación de la muerte de los marinos, esperaban ver fotos del submarino que fueron tomadas por un robot del buque de búsqueda de la empresa estadounidense Ocean Infinity.
El jefe de la base naval de Mar del Plata, Gabriel Attis, informó, horas después de su hallazgo, que el submarino implosionó. “El submarino sufrió una implosión. Se lo ve completo, pero obviamente implosionado”, dijo a la prensa.
Hasta entonces, las autoridades se habían limitado a informar con un mensaje de Twitter que el submarino fue ubicado el viernes y a 800 metros de profundidad. Se desconoce si decidirán rescatar el aparato del fondo del mar.
“Habiéndose investigado el punto de interés N°24 informado por Ocean Infinity, mediante la observación realizada con un ROV a 800 mts de profundidad, se ha dado identificación positiva al #AraSanJuan”, señaló un mensaje de la Marina de guerra que fue publicado en la madrugada del día sábado a través de la red social Twitter.
Con información de AFP. Por Semana.com