La migración venezolana tiene en Colombia su principal epicentro. Como países vecinos, este territorio ha servido como puente para que los que escapan de la crisis en su nación de origen prueben suerte en otros territorios; sin embargo, su primera opción pasa por el país más cercano.
Son incontables los campamentos establecidos por el gobierno del presidente Iván Duque, así como otros no planificados y hechos por los propios venezolanos, llevando casi al millón el número de estos en Colombia.
La mayoría de estos migrantes son personas profesionales, aquellas que buscan nuevas oportunidades; no obstante, otras tantas han manchado el nombre de su país, protagonizando hechos violentos y, en casos, delictivos.
Este 19 de noviembre, un grupo de venezolanos instalados en Bogotá fueron noticia luego de formar parte de una pelea interna dentro de un albergue en Bogotá, en una situación causada por la repartición de alimentos.
De acuerdo con información de la agencia de noticias EFE, el hecho obligó a intervenir a efectivos de la policía local, quienes lograron calmar la situación.
Cristina Vélez Valencia, secretaria de Integración Social de Bogotá, indicó a medios presentes en la capital colombiana que “la principal fuente de discordia dentro del campamento” fue el tema alimenticio, el cual, según denunciaron los venezolanos, son insuficientes de mala calidad.