Entusiasta, expresiva y amable, Geraldina Argueta recibió al equipo de elsalvador.com en su casa en San Salvador, con un montaje previo que le ha servido de “ensayo” de lo que será la primera celebración del Thanksgiving de vuelta en casa.
El cuarto jueves de noviembre se celebra en Estados Unidos el Thanksgiving o Día de Acción de Gracias, una tradición en la que miles de familias se reúnen con un propósito: celebrar por todas las cosas buenas recibidas en el año. Este 2018 esta joven celebrará su regreso a casa, ahora junto con Luke, su hijo de cuatro años.
Será la encargada de cocinar este jueves 22 de noviembre, como acostumbraba hacerlo en los festejos familiares antes de su partida. Geraldina tuvo desde siempre afición por la cocina, cuando niña se les unía a sus abuelas y su mamá para preguntar y participar de la preparación de todo tipo de platillos, especialmente los postres de la Abuelita Nena, como le dice de cariño.
“Siempre me había gustado lo de la cocina, siempre me ayudaba para (controlar) mi estrés, para relajarme, me encantaba”, reconoce esta sonriente joven de ojos vivaces.
Clara de su pasión por los fogones, al terminar el bachillerato Geraldina buscó convertirse en una profesional de la gastronomía. En marzo de 2006 ingresó a la Universidad Johnson and Wales, en Miami, Florida, Estados Unidos.
Una nueva familia
Como muchas otras experiencias, la celebración de Thanksgiving era algo nuevo para Geraldina: “Ese primer año lo viví con compañeros de trabajo. Éramos los únicos que nos habíamos quedado. En Estados Unidos para el Acción de Gracias hay vacaciones, entonces la mayoría de los estudiantes se van con sus familias, nos quedamos solo los que no teníamos familia inmediata ahí e hicimos el plan de hacer una cena juntos”.
Fue una reunión con cubanos, mexicanos y puertorriqueños, quienes llevaron a la mesa sus platillos consentidos. “Fue un Thanksgiving latino, había pavo pero también yuca frita, frijoles, chicharrón, tamales y mofongo; en lugar de vino había mojitos, coquito que es el licor portorriqueño y el pavo lo hicimos como pan con chumpe, era bien a lo latino, fue chivísimo”, narra sonriente.
Los siguientes años se fueron uniendo más amigos y de seis al inicio, luego la fiesta reunía a unas 20 personas.
“Para nosotros este día es considerado la antesala de las fiestas navideñas, de lo que se trata es de dar gracias por estar juntos”, agregó Argueta.
Retos profesionales
En 2009, Geraldina finalizó sus estudios en gastronomía y un año después se mudó a Memphis,Tennessee, para trabajar como sous-chef en un country club y luego en el restaurante vegano Art Bar Café, donde se especializó en preparar comida vegana, desde postres hasta carne.
“Tenía amigos que me pedían pasteles de chocolate pero tenían leche y huevos y no los querían con esos ingredientes, entonces comencé a experimentar con recetas libre de esos productos y elaboré pan, pasteles, carne y queso vegano, me encantó tanto que para algunos Thanksgiving cocino este tipo de platillos”, comentó.
Para este año, Geraldina hará variedad de platillos para toda su familia, que cuando se reúnen son unas 40 personas. Por supuesto, no faltará el pavo, una guarnición de calabaza gratinada con uvas rostizadas y cebolla morada; otra de coles de bruselas, un puré de camote y dos postres veganos un pie de calabaza con crumbe de guava y una tarta de chocolate con fresas.