Cuando el representante republicano Robert Pittenger perdió su primaria por un estrecho margen en mayo, sospechó que algo andaba mal.
El congresista se dirigió a un grupo de amigos y familiares que se habían reunido con él la noche de las elecciones cerca de Charlotte y culpó a los “rellenadores de papeletas en Bladen”, según tres personas presentes en la reunión.
La preocupación de Pittenger se originó en el recuento de votos en el condado rural de Bladen, donde su contrincante, un pastor de los suburbios de Charlotte llamado Mark Harris, había ganado 437 votos por correo en ausencia. Pittenger, que ocupaba el cargo por tres períodos, había recibido sólo 17.
En los días inmediatamente después de la contienda, los ayudantes de Pittenger le dijeron al director ejecutivo del Partido Republicano de Carolina del Norte y a un director político regional del Comité Nacional Republicano del Congreso, que creían que se había producido un fraude.
Los funcionarios del Partido Republicano poco hicieron para escrutar los resultados, en lugar de eso dirigieron su atención a la campaña electoral general de Harris contra un oponente demócrata bien financiado, comentó el pueblo.
Sus testimonios proporcionan la primera indicación de que los funcionarios republicanos estatales y nacionales recibieron alertas tempranas sobre irregularidades en la votación en el 9º Distrito del Congreso de Carolina del Norte, que ahora es objeto de múltiples investigaciones penales.
Un portavoz del NRCC negó que la campaña de Pittenger planteara la posibilidad de fraude en las primarias.
Las acusaciones de fraude en las elecciones generales de noviembre han puesto en el limbo el resultado de la candidatura del noveno distrito del Congreso. Los investigadores estatales están examinando las actividades de un agente político llamado Leslie McCrae Dowless, quien realizó un esfuerzo para que la campaña de Harris fuera a las urnas durante las elecciones primarias y generales.
Dowless, que ha trabajado en campañas políticas en Bladen durante al menos una década, destaca su capacidad de movilizar a los votantes para que emitan sus votos por correo, según la gente que lo conoce. Ha estado bajo el escrutinio de las autoridades estatales desde 2016, cuando surgieron acusaciones sobre la cosecha ilegal de votos en las campañas de ese año, lo que llevó a una audiencia pública.
Con información de The Washington Post
