La muerte de una niña guatemalteca de siete años bajo la custodia de las autoridades fronterizas estadounidenses sigue siendo tema polémico para la región.
Pese a que la administración del presidente Donald Trump se desligara del hecho, revelando que la niña estaba deshidratada, tenerla en manos de los cuerpos de seguridad del Estado ha desatado una serie de críticas.
De acuerdo con información de la agencia de noticias EFE, Coalition for Humane Immigrant Rights, ong en pro de los derechos humanos, solicitó se brinde una investigación independiente de lamentable suceso.
“Pedimos una investigación de esta tragedia, la última en una serie de actos crueles e inhumanos dirigidos por la Administración (del presidente Donald) Trump contra los inmigrantes”, señaló el grupo a través de un comunicado.
La menor, de siete años, se encontraba bajo la custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza luego de que ella y su padre cruzaran de forma ilegal por la frontera sur con México.
“Las familias migrantes buscan refugio en nuestro país, no un ataúd”, agregó la ong, para quien las agencias gubernamentales “han demostrado una y otra vez que son incapaces de garantizar la seguridad y bienestar de las familias migrantes y por tanto deben liberarlas mientras sus casos están pendientes de resolución judicial”.