Con más de una década de atraso, desde el jueves 6 de diciembre los cubanos comenzaron a disponer de internet móvil 3G en la isla. Fue implementado por la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa), monopolio de las comunicaciones del régimen, en medio de críticas, polémicas y expectativas por la tecnología.
En Cuba hay una población de 11,2 millones de habitantes, según el más reciente censo oficial, de los cuales 5,9 millones son internautas. De acuerdo con la agencia de noticias EFE, más de 5,3 millones son usuarios de líneas móviles: de ese número la mayoría tendría ahora acceso a la red 3G.
Para navegar es necesario contar con un teléfono que soporte la red 3G en la banda de los 900 MHz, estar en una zona con cobertura, que actualmente cubre 66% del territorio de la isla y tener saldo o un plan de datos, uno de los mayores inconvenientes por los altos precios.
La llegada del 3G a Cuba representa una oportunidad para los ciudadanos de mantenerse informados en los portales de su preferencia, expresarse en las redes, ofrecer bienes y servicios en línea y comunicarse con familiares en el exterior sin necesidad de acudir a una zona con Wifi.
El primer obstáculo
En toda la isla fue motivo de debate la llegada de la tecnología 3G, muy esperada. Sin embargo, los altos precios dificultan el acceso al servicio. La tarifa por mega de navegación quedó en 0,10 cuc (Peso Cubano Convertible, que equivale a 10 céntimos de dólar), quiere decir que para disponer de 1 GB se requieren unos 100 dólares, pero el sueldo medio oficial es de 30,68 dólares.
Etecsa también habilitó paquetes con un precio menor por mega de navegación, pero de igual forma costosos. Para disponer de 600 megas se debe pagar 7 cuc ($ 7), 1 GB 10 cuc ($ 10), 2,5 GB 20 cuc ($ 20) y 4 GB 30 cuc ($ 30). Los planes incluyen 300 megas adicionales para portales locales, aquellos que terminan en “.cu”.
Comentarios en foros y portales de internet indican que la conexión en general es buena, pese a que no hay información oficial sobre la velocidad de navegación. Del mismo modo los cubanos expresan preocupación por los altos precios.
“Yo soy profesor titular de la Universidad de La Habana, doctor en ciencias, llevo 40 años trabajando y tengo cientos de reconocimientos; sin embargo, mi sueldo (convertido a cuc) son apenas unos 32,5 CUC. Yo soy marxista y como todo marxista sé que el valor sale del trabajo, ¿pero acaso es que mi trabajo solo vale 4 GB?”, escribió Luis Ramiro Piñeira en un foro en el portal Juventud Rebelde.
Yailin Martínez, en la web estatal Cuba Debate, comentó: “El internet es carísimo. Los precios son similares a los europeos. Desde luego esto no beneficia al pueblo. Una vez más el cubano trabajador para el Estado no podrá disfrutar de este servicio, que con tantas ansias esperaban muchos. Es una desilusión muy grande”.
INTERNET. “Es carísimo. Una vez más el cubano trabajador para el Estado no podrá disfrutar de este servicio (…) Es una desilusión muy grande”, expresó una cubana. | Efe/Ernesto Mastrascusa
En otros comentarios los ciudadanos se quejaron de que solo los residentes con familia en el exterior podrían pagar las tarifas, mediante las remesas.
Antecedentes tecnológicos
Las primeras licencias para la tecnología 3G comenzaron a otorgarse en octubre de 2001, en Europa y Asia. En el ámbito mundial es la red con mayor penetración, pero actualmente se trabaja en mejorar la 4G (implementada desde 2009) y se desarrolla la tecnología para dar paso a la red 5G en algunos países.
En Cuba, el internet llegó a finales de 1990 vía satélite, ya que la isla no pudo acceder a cables submarinos por las sanciones del embargo de Estados Unidos. En 2008, luego de las reformas de Raúl Castro, se comenzó a prestar el servicio celular por primera vez de forma abierta, pues el uso era limitado a turistas y diplomáticos.
En 2012 la isla se conectó a la fibra óptica gracias a Venezuela y un año después comenzaron a operar las primeras salas de navegación: con altos precios y con muchos portales críticos al régimen censurados.
Pese a los progresivos avances tecnológicos, que siempre llegaron tarde, históricamente la población ha estado limitada y restringida. En 2015 comenzaron a funcionar zonas Wifi: actualmente habría unas mil 200 en toda la isla con un precio de conexión de 1 dólar por hora.
REDES. Las tarifas para navegar van desde los 7 dólares hasta los 30 dólares, con la posibilidad de contratar desde 600 MB hasta 4 GB, respectivamente. | Efe/Ernesto Mastrascusa
El régimen cubano dice que el atraso tecnológico se debió a las sanciones internacionales, mientras que la oposición asegura que el gobierno temía permitir el acceso de la información a la población. También entra en juego el monopolio de las comunicaciones, ejercido por Etecsa, y la falta de inversión privada.
Según Mayra Arevich, presidenta de Etecsa, Cuba cuenta en la actualidad con 670 salas de navegación, más de 2 millones de cubanos tienen cuentas Wifi y operan 830 zonas con ese tipo de conexión.
Experiencia con el 3G
Entre agosto y septiembre Etecsa realizó tres pruebas para desplegar la tecnología 3G, con la consecuencia del colapso de las comunicaciones móviles. Las críticas en contra de la estatal arreciaron por la pérdida de la señal.
Las expectativas aumentaron cuando la empresa anunció que entre el 6 y 8 de diciembre comenzaría a habilitarse, según el número de teléfono, el acceso a este tipo de red.
“Mi teléfono soporta la 3G cubana, me he conectado desde el primer día y todo ha marchado muy bien. Buena velocidad y buen servicio tanto para páginas nacionales como internacionales. Solo en pocas ocasiones he presentado demora en la conexión. Incluso estuve en un consejo popular donde solo se recibe 2G y logré conectarme sin problemas”, narró Adelkys Riaño en un foro en línea.
Jorge Perdomo Di-Lella, ministro de Comunicaciones de Cuba, respondió a críticas del oficialismo sobre el temor por el acceso a la información en la red. “La política nuestra ha sido siempre -y se ha acentuado mucho a partir del último congreso del Partido- que internet es una herramienta muy útil”, expresó.
Acceso a la información
De acuerdo con una publicación de El Nuevo Día, son pocas las páginas web que permanecen bloqueadas en Cuba. Entre ellas las pornográficas y las que se oponen abiertamente al sistema político, como por ejemplo Radio y Televisión Martí.
Yoani Sánchez, destacada periodista cubana, observa con optimismo la incursión del 3G en la isla. Asegura que no es “una migaja” del gobierno cubano, sino un triunfo que por años fue anhelado y exigido.
La red móvil 3G no solo amplía la conectividad en la isla, también abre una ventana a la libertad mediante el acceso a la información y a la libre expresión. Para Sánchez, el 3G permitirá denunciar violaciones de derechos humanos en el país.
“Se exponen (el régimen) a que en cada esquina de Cuba, en cada pueblo, haya alguien con un teléfono conectado a la web y el dedo listo para reportar una injusticia, denunciar a un funcionario corrupto o mostrar esa realidad que difiere tanto de la que cuentan los medios oficiales”, destaca la periodista en una opinión del portal digital 14 y medio.
Sánchez celebra la posibilidad de la participación ciudadana en foros de internet, la educación a distancia y el acceso al conocimiento. Aunque prevé que el gobierno busque nuevas formas de vigilancia en línea, pidió aprovechar la herramienta para que acerque a Cuba a la libertad.