El tema más polémico que ha acompañado la política de Donald Trump desde su campaña presidencial de 2016 hasta la fecha ha sido la promesa de construir un muro en la frontera sur, zona que divide a Estados Unidos con México.
La crisis migratoria que afecta a tantos países de la región tiene incidencia directa en territorio norteamericano, tierra prometida para muchos, pero que para el mandatario estadounidense ha sido un dolor de cabeza.
Con la búsqueda de recursos para el polémico muro, el rechazo del Congreso derivó en un cierre parcial del gobierno, responsabilizando de tal negativa a los demócratas y sus políticas migratorias.
Pero para Trump aún hay esperanza de contar con el muro, como lo indicó este 31 de diciembre a través de su cuenta de Twitter.
“(La idea de) un muro de hormigón NUNCA SE ABANDONÓ, como han informado los medios de comunicación. Algunas áreas serán todas hechas de hormigón, pero los expertos de la Patrulla Fronteriza prefieren un muro que se pueda ver a través (lo que hace posible ver lo que está sucediendo en ambos lados)”, escribió.
Sus palabras llegaron luego de que el saliente jefe de gabinete, John Kelly, asegurara que la estructura que pretende instalar el gobierno no es directamente un muro.
