Al menos 150 migrantes intentaron cruzar la frontera entre Tijuana (México) y Estados Unidos en las primeras horas del martes 1° de enero, por lo que las autoridades estadounidenses respondieron con granadas de humo, aerosol pimienta y gas lacrimógeno, reseñó The Associated Press (AP).
Según un comunicado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), los agentes dispararon los gases hacia personas alejadas de los migrantes que lanzaron piedras.
“Ningún agente vio que alguno de los migrantes en la valla, incluidos los niños, experimentara los efectos de los agentes químicos”, aseguró la CBP. Sin embargo, un fotógrafo de AP evidenció lo contrario.
De acuerdo con el periodista, el grupo de migrantes, en el que había niños, resultó afectado por tres descargas de lacrimógenas lanzadas cerca de la playa de Tijuana. Solo después los mismos habrían comenzado a lanzar piedras en contra de los agentes de Estados Unidos.
El fotógrafo también reportó el uso de perdigones de plástico disparado por las autoridades. Trascendió que 25 migrantes resultaron detenidos, el resto volvió al lado mexicano a través de un hoyo en la valla.
Esta no es la primera vez que los agentes reprimen a los migrantes, que llegaron en caravana de Centroamérica. El 26 de noviembre de 2018 también emplearon gases lacrimógenos para frenar el paso de un grupo numeroso que intentó entrar a Estados Unidos.
Con información de AP.