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Guerra comercial de Trump con Europa podría acabar con los planes de exportación de EE.UU.

La empresa Catoctin Creek Distilling Co., fabricante de whisky de centeno, ginebra y ocasionalmente brandy de fruta, tenía grandes ilusiones de conquistar Europa en 2018.

Scott y Becky Harris, fundadores de la destilería de un pueblo pequeño en las estribaciones de las Montañas Blue Ridge, incluso tenían acuerdos con las cocteleras de los mejores hoteles de Londres.

Pero semanas después de la triunfal gira europea de los Harris, la Casa Blanca desencadenó una guerra comercial con la Unión Europea al imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio. La UE tomó represalias con aranceles que hicieron que algunos productos estadounidenses, como el bourbon y el whisky de centeno, fueran más caros de importar.

Los pedidos de Catoctin Creek desde Europa se agotaron, y un potencial distribuidor británico perdió interés.

La disputa comercial de Washington con Europa puede haber desaparecido de los titulares en los últimos meses, eclipsada por las grandes tensiones con China, pero las consecuencias continúan para muchas empresas de todo el país que durante mucho tiempo han considerado a Europa como un mercado de exportación alcanzable.

Las barreras a Europa son especialmente molestas para las pequeñas empresas, que a menudo recurren a la UE como su primer destino de exportación. La fiabilidad del sistema legal, la prevalencia de los angloparlantes y el alto nivel de ingresos de los consumidores, hacen que sea un mercado más fácil para las pequeñas empresas de EE.UU., según los empresarios.

Con información de The Washington Post