Funcionarios de Trump presentaron este lunes un caso urgente para alegar que la situación en la frontera México-Estados Unidos ha alcanzado un nivel de crisis, sentando las bases para que el presidente Trump posiblemente declare una emergencia nacional que le permita construir el muro fronterizo sin la aprobación del Congreso.
Con el gobierno federal parcialmente cerrado, en medio de su estancamiento con el Congreso, Trump intentará reforzar la posición de la administración este martes mediante un discurso televisado desde el Despacho Oval. Luego viajará el jueves para visitar la frontera sur del país.
“Hay una crisis humanitaria y de seguridad nacional”, dijo el vicepresidente Pence a los periodistas este lunes, una línea que él y la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen han repetido en varias ocasiones.
Muchos expertos en inmigración, sin embargo, han dicho que la gerencia de Trump está exagerando la amenaza a la seguridad en la frontera y ampliando los datos de manera engañosa, todo con el propósito de conseguir la aprobación del Congreso para la construcción del muro fronterizo.
Conmocionado por la negativa de los demócratas a ceder a su demanda de 5.700 millones de dólares para la financiación de muros, Trump considera cada vez más que una declaración de emergencia nacional es una forma viable, aunque arriesgada, para construir una parte de su tan prometida barrera.
Con información de The Washington Post
