Que el debate futbolístico en la región ponga sus ojos sobre Estados Unidos y México no necesariamente se alimenta de lo que suceda en un compromiso entre los dos grandes de la Concacaf. Apenas iniciado este año, se conoció que el estadounidense Christian Pulisic, del Borussia Dortmund, fue adquirido por el Chelsea, transacción valorada en 64 millones de euros.
La noticia, simple para muchos, fue suficiente para desatar el fuego de una rivalidad histórica entre países.
Cuestión de ligas
Cuando se supo sobre la acción que el cuadro londinense ejerció sobre el norteamericano y la cantidad de dinero puesta sobre la mesa para poder amarrarlo, una comparación odiosa surgió, una de esas que poco ayuda, pero que igual forma parte de la discusión para dejar claras algunas cosas del porqué de ciertas situaciones.
El nombre que los aficionados mexicanos recordaron cuando se informó sobre el acuerdo fue el de Hirving Lozano. El jugador del PSV holandés ha sido objeto de rumores para una eventual salida del fútbol tulipán y dar el salto de calidad a otra liga de mayor peso; sin embargo, el interés de ciertos cuadros ha sido alejado por lo que pide el conjunto que posee sus servicios.
Se habla de 30 millones de euros por el azteca, números que espantaron a combinados interesados al considerar que no es ese el monto real; no obstante, la situación pasa más por la liga en la cual se desempeña que por su calidad. Si se comparan ambas competiciones, Pulisic enfrenta mayores retos con el pasar de cada semana en Alemania, una liga considerada desequilibrada por el dominio del Bayern Munich, pero que más allá de lo que hagan los bávaros siempre trae consigo una historia importante de conjuntos que no se privan de dejarlo todo en la cancha para obtener el boleto a torneo europeos.
En cambio, Holanda no encuentra mayores referentes en el continente que el Ajax, con varios títulos de Liga de Campeones en su haber, pero cuyo presente no es el mejor. Mientras, el PSV vive altibajos que lo acercan y lo alejan del evento más importante de clubes del Viejo Continente. Así, la comparación entre los torneos de primera división de cada país pone la balanza del lado germano y por ende, lo hace más atractivo en el plano económico.
Club inteligente
Visto lo anterior, el Borussia Dortmund encuentra en su situación una escuela perfecta para adoptar y desarrollar el talento de los más jóvenes para aprovecharlos sobre el terreno de juego, mostrarlos al mundo y esperar una oferta jugosa. Esta práctica no es nueva, pues en los últimos años hay equipos de ligas medias, sobre todo en Portugal, que han obtenido grandes riquezas en el plano monetario por graduar y comercializar a sus jugadores más prometedores.
Desde el año 2016, el club alemán ha sumado a la caja registradora más de 400 millones de euros en ventas, algo que habla muy bien de la idea y coherencia que existe entre el cuerpo técnico del equipo, desde las categorías menores hasta el primer conjunto, pasando además por la gerencia, grupo que recibe los cheques por sus preciadas joyas.
El principal caso es el del francés Ousmane Dembélé, hoy en las filas del Barcelona, quien salió a España por la módica cifra de 145 millones de euros. Su caso, criticado de vez en cuando por sumar a esa lista de contrataciones en la que los cuadros compradores rompen el mercado, representa la transacción de mayor valor en la historia de la escuadra.
Ahora Pulisic es el segundo en ese conteo, donde sus 64 millones de euros superan por poco lo que el Arsenal pagó por el gabonés Pierre Emerick Aubameyang (63,7 millones).
El suplente de Hazard
La alegría por la llegada del estadounidense al Chelsea también trae consigo una realidad amarga: Eden Hazard tiene los días contaos en la entidad azul. Una vez que se incorpore en verano, es probable que su arribo coincida con la salida del belga a otro equipo, con el Real Madrid como el más interesado en sumarlo a sus filas luego de mostrarse en la Copa del Mundo de Rusia 2018 como un elemento desequilibrante y con coraje en los momentos más apremiantes, digno de un representante del combinado merengue.
Otros equipos, como Manchester City y PSG también suenan para hacerle ofertas.
Esta situación podría tomarse con pesimismo en el entorno de Pulisic, quien perdería la oportunidad de brillar junto a uno de los principales volantes ofensivos del planeta; sin embargo, ver el vaso medio lleno también es una opción. Con la posible marcha de Hazard, no habría competencia en el 11 inicial para él, contando con el espacio suficiente para hacer de las suyas por la banda y seguir evolucionando en el mundo del balompié.