Se comenzaron a activar las órdenes de captura contra los miembros del ELN que están en La Habana. Este miércoles, luego de que el presidente Iván Duque anunció el fin de la negociación y le pidió a la isla entregar a los jefes guerrilleros responsables del atentado con un carro-bomba, la Organización Internacional de Policía Criminal reactivó las medidas que tenía en su contra.
Pablo Beltrán es el primero que aparece en la lista. Luego de más de dos años como jefe del equipo negociador, se activó de nuevo la medida que en cuestión de días, o incluso horas, cobijará al resto de la delegación: Víctor Orlando Cubides, Aureliano Carbonell o Pablo Tejada; Manuel Gustavo Martínez, Gustavo Martínez; Consuelo Tapias; Óscar García; Isabel Torres; Alirio Sepúlveda; Silvana Guerrero; Vivian Henao y Tomás Serrano.
La noticia se conoce en medio de la discusión que libra el Gobierno con los países garantes entorno a si se deben o no cumplir los protocolos, firmados bajo la administración de Juan Manuel Santos, en caso de un rompimiento. El presidente Duque tomó la postura que muchos anticipaban tras el atentado terrorista y la semana pasada en una alocución televisada, a todos los colombianos, aseguró que había ordenado perseguir judicialmente a los líderes del ELN que se encontraban en Cuba, tras los intentos fallidos de levantar con ellos una mesa de dialogo.
La decisión significa la terminación de todos los beneficios que los líderes de esa guerrilla habían tenido por cuenta de ese intento de dialogo. Con la oficialización de la captura en la página web de la organización, se vuelve un hecho el anuncio del mandatario la semana pasada. “Agradecemos la solidaridad expresada por el gobierno de Cuba el día de ayer y hoy les pedimos hacer efectivas las capturas de los terroristas que se encuentran en su territorio y entregarlos a las autoridades policiales colombianas”.
El problema, sin embargo, es que el gobierno cubano ha dicho que acatará y respetará los términos que se pactaron para arrancar la negociación. Eso incluye, 15 días a partir del anuncio del rompimiento para “planear y concretar el retorno a Colombia de los miembros representantes de la delegación del ELN”. En el protocolo se establece que el procedimiento de retorno quedaría acordado con los países garantes, así como los delegados del gobierno y de la guerrilla.
Hay detalles muy específicos que quedaron por escrito. Por ejemplo, que en caso de ser necesarias inserciones en territorio colombiano del ELN, las operaciones militares deberán cesar 72 horas, en unas áreas que se pueden definir entre las partes. Agrega que las coordenadas de dicha área deben ser entregadas a los países garantes y al gobierno colombiano 48 horas antes de que se desplieguen las operaciones. Esas coordenadas las debería llevar uno de los miembros del ELN que sería trasladado. También se dispone que los helicópteros estén en tierra solo durante una hora después del aterrizaje y desembarco de la delegación.
Fuente: Semana