El pasado martes 22 de enero los santandereanos recibieron el día con un temblor. Algunos se vieron sorprendidos por la forma en que despertaron, pues un sismo de 4,5 en Los Santos hizo tambalear a toda el área metropolitana de Bucaramanga durante 13 segundos.
La noche del día siguiente, miércoles 23 de enero, el suelo se movió en varias regiones del país. Si bien el sismo tuvo también su origen en Santander, se alcanzó a sentir hasta Bogotá. Tuvo una magnitud de 5.4, sobre las 10:04 de la noche y una profundidad de 158 kilómetros. Los municipios más cercanos al epicentro fueron Zapatoca, Los Santos y Betulia.
Este sábado, un fuerte movimiento telúrico de origen volcanotectónico sacudió al país. A las 7:32 de la mañana se registró el temblor que tuvo como epicentro el volcán Nevado del Huila, según informó el Servicio Geológico Colombiano. La intensidad fue de 5.4 grados en la escala ritcher. El temblor se sintió en Bogotá, Florencia (Caquetá), Popayán, Silvia (Cauca), Soacha, Fusagasugá, Funza, Facatativá, Tenjo, Chía, Girardot (Cundinamarca), La Plata, Neiva (Huila), Mocoa (Putumayo), Armenia (Quindío), Pereira, Santa Rosa de Cabal (Risaralda), Herveo, Espinal, Ibagué, Planadas, Gaitania (Tolima), Cali, Palmira, Pradera, Riofrío, Ulloa, Jamundí, Florida (Valle del Cauca).
La autoridad precisó que si bien es cierto que los sismos están localizados en el área de influencia del volcán Nevado del Huila, la cual es una zona tectónicamente activa, estos eventos no se localizan debajo del edificio volcánico y no han afectado otros parámetros del monitoreo volcánico. “No se ha modificado el nivel de actividad del volcán, el cual continua en amarillo o nivel III”, indicaron.
Y este lunes la tierra se movió una vez más. Hacia las 4:07 de la tarde, el sismo alcanzó una magnitud de 5.0 y su epicentro fue Planadas, Tolima. ¿Qué está sucediendo?
Según Marta Lucía Calvache, directora técnica de Geoamenazas del Servicio Geológico Colombiano, hay varias razones que explican los movimientos que durante los últimos días han podido percibir los colombianos.
“Cuando ocurre un sismo de unas magnitudes un poquito más grandes se siente en muchos sitios. En general, la razón de porqué está temblando es porque las características geológicas de Colombia hacen que las montañas estén creciendo”, explica Calvache. “Para hacer eso se necesita que se acumule energía en ciertos sitios, energía que se está acumulando todo el tiempo”, añade, diciendo que en este mismo momento la energía para sismos futuros ya está acumulando.
“Es como cuando uno se enferma de la vesícula. ¿Por qué es tal día a las 8 de la mañana es que uno se da cuenta de que le empieza a doler? Pues porque ahí llegó un momento en que ya las condiciones de la vesícula no resisten más y se inflama generando dolor. Es lo mismo”, señala.
Sin embargo, aclara que no todos los movimientos telúricos que se han presentado desde la semana pasada están relacionados. Algunos han sido simple coincidencia. Unos temblores “están pasando en el departamento de Santander, que tiene sus propias características y genera sus propios sismos, y los del Tolima son en otra parte”, explica para decir que sencillamente la liberación de energía de las fallas geológicas ha coincidido.
Sobre lo sucedido el sábado y este lunes, señala que empezó a temblar en Planadas, Tolima cerca al nevado del Huila “porque en ese momento ya las rocas no resistieron más, (la energía) empezó a romper y se empezaron a generar los sismos” y así ha continuado. “Llevamos dos, tres días en los que hay muchos sismos en una zona. No todos los sismos son exactamente en el mismo lugar sino que sus sucesos se vuelven como una nube”, indica.
El nivel de actividad del volcán nevado del Huila continúa en nivel amarillo o nivel tres. Por los movimientos empezó a correr el rumor de que podrían generarse avalanchas en cuencas de cuerpos hídricos como el río Páez, situación que se generó en 1994.
Sin embargo, el Servicio Geológico Colombiano mediante un video aclaró la situación dando un parte de tranquilidad a los ciudadanos, señalando que la probabilidad de que algo así suceda en este momento es mucho menor a como lo fue 22 años atrás.
Fuente: Semana