ir al contenido

Wizards evitan usar como moneda de cambio a Bradley Beal

Con la temporada 2018-2019 dela NBA cerca de su punto medio, son varias las acciones de los equipos en pro de mejorar y mantener la marcha. La meta es la misma para todos: estar presente en la postemporada.

La tarea no es sencilla, pero en un tramo largo de ronda regular las opciones están en la mesa de todos.

Para los Wizards de Washington, el éxito pasa por no mover a un jugador en especial: Bradley Beal.

Decisiones por necesidad

Hace algunos meses, en pleno arranque de campaña y un muy irregular andar de los Wizards por la ronda regular, habría sido un secreto a voces que la gerencia escucharía ofertas por Beal; sin embargo, una calamidad lo terminó de atar a la franquicia capitalina, para bien, pues sacó lo mejor de su juego y su capacidad para liderar a un equipo en crecimiento, sumando a un rubro que carece de estadística pero que forja realmente a las verdaderas estrellas.

Con la lesión de John Wall, jugador franquicia, y su obligación de perderse el resto de la campaña por la rotura del tendón de Aquiles derecho, en D.C. no lo pensaron dos veces y pusieron todo el peso del equipo en el segundo al mando, respetando una cadena que ahora lo tiene como capitán y pieza que los guía hacia el norte.

Más allá de lo que pueda ser el récord de los hechiceros y si van a no a los playoffs, Beal encontró un nuevo sitio y creció más de lo esperado. Dio ese paso necesario en el momento menos indicado y demostró que es una pieza confiable, alguien con los méritos suficientes para armar un equipo a su alrededor y dejar que los meses pasen hasta que la coherencia y cohesión lleven al grupo a las instancias planificadas.

Esa decisión por necesidad del cuerpo técnico no pudo resultar mejor, una en la que, apartando la molestia de Wall, amplió el abanico de opciones para operar a corto y mediano plazo.

Puerta abierta

El hecho de que Beal no sea visto como el elemento que deba salir de las filas de los Wizards no quiere decir que ninguna otra pieza esté libre de ser tomada. Este sería el caso de Otto Porter jr., quien es el principal jugador a salir del equipo, no por falta de rendimiento, sino por tratarse precisamente de un basquetbolista con un juego lo suficientemente atractivo para atraer a otros conjuntos a presentar una oferta formal.

Su tiempo en la capital parece estar limitado a solo unos días, con el 7 de febrero como fecha tope; sin embargo, hay una situación que pesa sobre él y no tiene que ver con su actuación en cancha, algo limitada en los últimos días luego de verse obligado al salir de la banca, sino a temas netamente económicos.

El alero ganará 26, 27 y 28 millones de dólares en las próximas campañas luego de un acuerdo establecidos entre ambas partes con anterioridad. Porter jr. vale cada centavo, pero dichas cifras lo alejan de organizaciones de pequeño y mediano mercado, siendo solo una realidad para los cuadros con el suficiente espacio salarial como para darse tal lujo.

La problemática aquí pasa porque contar con el presupuesto invita también a pensar si vale la pena aventurarse por una ficha que de momento no forma parte del quinteto titular de un conjunto hoy sin opciones de postemporada en lugar de invertir un poco más por algún agente libre cotizado en el próximo mercado de verano.

A quién buscar

En caso de que Porter jr. se despida de la organización, también será recibido uno o varios elementos. Para que un movimiento así se concrete, en Washington también deben contar con una ficha que llame la atención lo suficiente como para que los gerentes estrechen manos y sellen su acuerdo.

Es válido pensar que por la lesión de Wall, en la capital estadounidense apunten a recibir un base. Una opción es Terry Rozier, de los Celtics de Boston, suplente de Kyrie Irving. Su bajo contrato (cuatro millones de dólares esta temporada) lo hace ver como un basquetbolista por el que valdría la pena acordar, pero en Massachusetts tienen muchas esperanzas puestas sobre él, sobre todo para darle protagonismo en detrimento del piloto estelar, aquejado en su carrera por lesiones.

Pero en una opción tal vez un poco más liberal y que no necesariamente exige la salida de Porter jr. tiene que ver con la llegada de Carmelo Anthony. Amado u odiado, es uno de los principales anotadores de su generación, alguien admirado por sus tiros a media y larga distancia, pero cuya defensa ha sido objeto de críticas.

Últimas Noticias