La justicia de Brasil no ha tenido descanso para investigar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y mientras está en prisión un tribunal de Atibaia lo condenó a 12 años y 11 meses por delitos de corrupción y lavado de dinero.
De acuerdo a la información de la agencia de noticias EFE, la pena se aplica a otro caso distinto al que lo llevó a la prisión de Curitiba en abril, por el que fue condenado a 12 años de prisión por aceptar un aparamento en una playa de Sao Paolo a cambio de sobornos.
La juez federal Gabriela Hard, que sustituye al juez Sergio Moro que dejó los casos contra Lula al convertirse en ministro de Justicia, ha considerado que Lula se benefició de las obras por cerca de un millón de reales que las empresas Odebrecht, OAS y Schain levantaron para construir una casa en Atibaia, (Sao Paulo).
La Justicia considera que Lula se benefició ilegalmente de las reformas a pesar de no ser el propietario, ya que las empresas fueron favorecidas por su Gobierno.