“Este comunicado va dirigido a todos los líderes comunales, ambientalistas, ONG, asociaciones, cooperativas y fundaciones del Estado, que desarrollen actividades con comunidades, niños y jóvenes de los municipios de San José, Retorno, Calamar y Miraflores”, así comienza uno de los panfletos que están siendo repartidos en todo el departamento de Guaviare desde la semana pasada.
La Amazonia colombia es una de las regiones más deforestadas de Colombia. Según el último boletín de alertas tempranas del IDEAM, en los departamentos de Guaviare, Caquetá y Meta se concentró el 43 % de la deforestación. Es decir, en tres meses (de octubre a diciembre) se talaron más de 75 mil hectáreas.
El Guaviare es la puerta de entrada al Parque Natural Nacional Chiribiquete y a otras áreas protegidas, razón por la que ha estado en el ojo de la opinión pública desde hace unos meses. Esta revista, al igual que otros medios como RED+ Noticias, en su programa Zona Franca, dieron a conocer algunas mafias que están detrás de la tala de bosques para acaparamiento de tierras y ganadería.
Se ha hablado de una acción conjunta entre lo legal y lo ilegal para generar unos títulos de propiedad que permitan a terratenientes hacerse a grandes extensiones de tierra, tumbar el bosque y meter vacas o hacer carreteras. Incluso, ha quedado en evidencia la posible autoría del gobernador del departamento, Nebio Echeverry, en algunas de estos actos. Tan así, que la propia Procuraduría General de la Nación adelanta investigaciones sobre diferentes hechos.
Según una fuente que pidió no ser identificada por su seguridad, estos panfletos se dan de manera coincidencial justo con operaciones militares en Guaviare y Meta donde murieron dos importantes miembros de la disidencia. Así mismo, sostiene que también se dan el mismo momento en que la Unidad de Restitución de Tierras anuncia el comienzo de la audiencia pública, ordenada por el juez de restitución en el caso del Resguardo Nukak.
Con información de Semana