Con el inicio de la Copa América, el análisis brinda mucho material. En un total de seis compromisos, las sensaciones de todo tipo se adueñaron de propios y extraños en el torneo de fútbol por selección más antiguo del planeta y que este año desarrolla su dinámica en territorio brasileño.
En esa fecha que se celebró desde el viernes 14 de junio hasta el lunes 17 del mismo mes, dos empates y una goleada caracterizaron el primer paso de las selecciones; sin embargo, un encuentro en particular, y para muchos el compromiso a seguir en los primeros días de la cita, alimentaron el debate sobre lo que podría ocurrir a continuación.
Con la necesidad de alzar el título, los grandes favoritos tienen tiempo mínimo de reacción en un torneo corto, a diferencia de la larga eliminatoria de Conmebol previo a cada Mundial; no obstante, lo que ocurre en Brasil también podría ser el reflejo de lo que se puede esperar de cada cuadro una vez inicie el camino rumbo a Catar 2022.
Bajo la dinámica del semáforo, con el color verde como positivo; amarillo, regular; y rojo, criticable, en El Tiempo Latino presentamos las acciones que destacaron en el primer encuentro de cada involucrado en la cita suramericana.
Verde: Colombia
Cuando Carlos Queiroz asumió las riendas del combinado neogranadino poco o nada se le podía reprochar. Mientras estuvo al frente de Irán, el exmanejador del Real Madrid fue una de las sorpresas más gratas de la Copa del Mundo Rusia 2018 pese a no trascender.
Pero los estilos fueron alabados y con ellos el interés en territorio americano sobre cómo aprovechar a un hombre con tanto conocimiento.
Colombia tomó la iniciativa y se hizo con sus servicios en detrimento del sempiterno José Néstor Pékerman, quien volvió a poner a los cafeteros en el mapa futbolístico dándoles el pase a los Mundiales de Brasil 2014 y Rusia 2018.
Sin embargo, con grandes resultados también las grandes responsabilidades. Colombia era una selección que parecía estar dispuesta a dar más, pero más allá de colarse en octavos de final de los mencionados torneos, no logró pasar de ahí. Las formas eran enormes, pero no los resultados.
La llegada de Queiroz sería para demostrar el valor de las nuevas caras, sobre todo la de una proveniente desde el Viejo Continente, quien con su sabiduría luce capaz de levantar un poco más a un talentoso grupo, aunque con la Copa América como su primer obstáculo oficial, podía verse este como unas semanas de ensayo y error para todo el grupo.
Nada más alejado de la realidad.
Frente a Argentina, Colombia demostró ser ese cuadro con garra que enamora a muchos, el equipo con el equilibrio suficiente para mostrarse fuerte para esperar al rival, pero estético y veloz en su ofensiva.
Con James Rodríguez en una versión de líder, el triunfo por 2-0 dejó atónitos a muchos, pero no a Queiroz.
A diferencia del fútbol desarrollado por Pékerman, un par de cambios mínimos dieron oxígeno al fútbol cafetero, con variantes que tuvieron protagonistas históricos. El más destacado: Juan Cuadrado.
Otrora elemento usado como volante en el exterior del ataque colombiano, el hombre de Juventus de Turín tomó la batuta como interno, siendo la salida del contención Wilmar Barrios, dándole potencia a ese puente entre el mediocampo y los tres cuartos de cancha.
Asimismo, la labor de Roger Martínez como extremo fue una nueva y elevada opción en la creación de juego.
Si James fue el director de orquesta, entonces Martínez fue el músico que mejor interpretó lo que aparecía en la partitura, dueño del primer gol, una definición extraordinaria, y participante en el segundo, donde el joven Duvan Zapata agitó las redes para dar punto final al compromiso.
Mención especial: Wuilker Faríñez. Con apenas 21 años de edad, el guardameta venezolano es uno de los mejores del continente en su posición. Ante Perú, el muchacho del Millonarios de Colombia contuvo los ataques del cuadro inca, siendo héroe con un despeje milagroso en el segundo tiempo. Si mantiene su desarrollo, será una pieza cotizada y buscada por los grandes clubes europeos.
Amarillo: El VAR
La tecnología está ahí para ayudar a resolver incógnitas poco claras para el ojo humano y en el fútbol, el sistema de videoarbitraje, también conocido como VAR, cayó como anillo al dedo para dejar atrás viejas polémicas.
En el caso del choque entre Venezuela y Perú, por ejemplo, sirvió para que la vinotinto guardara un empate sin goles tras dos tantos anulados a sus rivales.
No obstante, la comunicación entre el árbitro principal se designa para cada encuentro y los asistentes ubicados en las oficinas locales y quienes miran cada acción dudosa, tarda demasiado. En ocasiones se contaron hasta cuatro minutos en términos que deberían resolverse con mayor celeridad.
Pese a tratarse de una herramienta necesaria, la FIFA tiene la tarea de agilizar las labores de quienes miran la pantalla para tener un veredicto concreto y comunicárselo al árbitro sin la necesidad de que este se vea en la molesta tarea de esperar por cada movimiento turbio en el gramado.
Mención especial: Brasil. Parece injusto tildar de irregular al local pese a haber ganado en su debut por 3-0 a Bolivia, pero los pupilos de Tite dejaron varias preguntas en el ambiente tras su debut. La resolución fue una deuda, sobre todo porque la llegada a tres cuartos de cancha no es el problema. En caso de avanzar y medirse a un combinado de mayor coraje, podrían notarse las costuras del ocho veces campeón de América.
Rojo: Argentina
La albiceleste sufre del mal de Lionel Messi. El delantero del Barcelona, uno de los hombres más talentosos en la historia del balompié, no ha logrado hacerse fuerte con su país tanto como lo ha hecho desde que debutó con el conjunto blaugrana la pasada década.
Pero esto no es culpa del rosarino.
El mal hábito por dejar toda la responsabilidad en la figura del capitán solo ha apagado gradualmente el peligro que en el papel representa una selección de esta talla. Antes, y con varios de los elementos hoy ausentes, Argentina fue incapaz de coronarse y aunque las grietas estaban lejos del 10, los reproches caían sobre él.
Esa injusticia moral lo apartó tras la Copa América Centenario de 2016, cuando renunció momentáneamente a jugar con su país, algo de lo que se arrepintió ese mismo año.
En el desarrollo, Messi no encuentra espacio ni socios en una escuadra cada vez menos lúcida. Argentina cayó y con baja nota frente a Colombia, pero esta puede ser una versión micro de lo que podría ocurrir en las eliminatorias rumbo a Catar.
Mención especial: Ecuador. A diferencia de la albiceleste, los meridionales ponen sus esperanzas en la próxima generación de futbolistas, esa que recién fue tercera en el Mundial sub 20. Lo mejor de ellos tardará en verse sobre el gramado.