Donald Trump sabe que las elecciones presidenciales están cada vez más cerca; sin embargo, en lugar de materializar victorias que se traduzcan en votos, el mandatario ha decidido encerrarse en una polémica con tinte social.
Luego de que el domingo insinuase que cuatro congresistas debían irse de territorio estadounidenses por sus orígenes latinos y africanos, una lluvia de críticas cayó sobre su figura.
Sin embargo, las duras palabras que tuvo contra las funcionarias fueron sostenidas este 16 de julio, cuando aseguró que más allá de lo que puedan hacer, lo más importante es que estas amen Estados Unidos.
“Depende de ellas hacer lo que quieran: pueden irse, pueden quedarse. Deben amar a nuestro país y deben trabajar por el bien de nuestro país”, manifestó, de acuerdo con información de la agencia de noticias EFE, sobre a dónde debían irse estas.
Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley son las congresistas a las que hacía mención.
“Tengo videos aquí. Las declaraciones más viles y horribles sobre nuestro país, acerca de Israel, sobre otros”, siguió Trump, quien dijo “no tener ni un hueso racista”.
