Las redadas que estaban previstas para el domingo, 14 de julio, en contra de unos 2 mil inmigrantes indocumentados no se realizaron como estaba previsto, de acuerdo con reportes de organizaciones y de gobiernos de Centroamérica. Sin embargo, el presidente Donald Trump afirmó el lunes que las operaciones del Servicio de Inmigración y Control Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) fueron exitosas.
Al cierre de esta edición, el gobierno federal no había publicado información de tales redadas, que según Trump tenían como blanco principal presuntos inmigrantes criminales, pese a que en un principio el objetivo era capturar a una población específica y sus familiares con ordenes de deportación de Estados Unidos. Los oficiales de ICE tenían previsto operar en nueve ciudades: Miami, Atlanta, Chicago, Baltimore, Denver, Houston, Los Ángeles, Nueva York y San Francisco.
“Las redadas del ICE han sido muy exitosas. La gente entró en nuestro país de manera ilegal, a muchos de ellos se los llevaron el domingo”, aseguró el presidente en la Casa Blanca a medios de comunicación. Explicó que los detalles de las operaciones no son difundidos porque, a su juicio, no es “necesariamente público”, reseñó la agencia Efe.
Matthew Albence, director de ICE, evitó precisar información sobre las redadas en una entrevista ofrecida a Fox News el domingo, 14 de julio. Aunque defendió la operaciones, se negó a informar si ya habían iniciado y los detalles de las mismas. Sin embargo, confirmó que el objetivo de los agentes son ciudadanos previamente identificados por las autoridades y con órdenes de expulsión de Estados Unidos.
Albence dijo: “Son individuos que han venido ilegalmente a este país, han tenido la oportunidad de reclamar asilo delante de un juez de inmigración y la mayoría de ellos eligió no darse esta oportunidad y no aparecer en la primera vista migratoria (la audiencia ante tribunales)”.
Reacciones
Carolina Sediles, miembro de la Nicaraguan-American Human Rights Alliance (Nahra), dijo el martes que la organización a la que representa no había recibido reportes de detenciones en contra de ciudadanos nicaragüenses en redadas, específicamente en Arizona, California y Texas. En una entrevista con El Tiempo Latino, reconoció desconocer “cuánto está afectando” el operativo de ICE.
Un clima de tensión, temor e incertidumbre generó la amenaza del gobierno de realizar las “redadas masivas”. A juicio de Sediles, sembrar el miedo ha sido una política del presidente Trump. Alertó que en los tres estados de su eje de acción dentro de Nahra las redadas podrían ocurrir dentro de las próximas dos semanas.
“Creo que si van a darse las redadas y lo único que les advertimos a la gente es que sepan sus derechos en el momento que sucedan. Porque es impredecible”, advirtió la activista de Nahra, una organización que brinda ayuda a ciudadanos nicaragüenses que buscan refugio en Estados Unidos.
Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, dijo el lunes 15 de julio, que su gobierno no había evidenciado ningún procedimiento inusual relacionado con migrantes mexicanos. “No ha habido deportados”, remarcó en su conferencia ordinaria a los medios en el Palacio Nacional. Al menos mil 800 mexicanos están en centros de detención en Estados Unidos a la espera de su expulsión, añadió el mandatario.
El gobierno de Honduras, mediante su Secretaría de Relaciones Exteriores, recomendó a sus ciudadanos mantener la calma y, en caso de ser abordados por agentes de seguridad, evitar revelar su situación migratoria, solicitar la orden judicial en caso de arresto o antes de abrir la puerta de sus hogares. Pero sobre todo, pidió evitar dar información falsa a las autoridades.
El servicio consular hondureño en Estados Unidos anunció estar alerta para atender casos de sus ciudadanos que requieran protección o asesoría legal. Nelly Jerez, viceministra de Relaciones Exteriores para Asuntos Consulares y Migratorios del país centroamericano, aseveró el martes que no había reportes de sus nacionales detenidos en redadas.
¿Qué hacer en caso de..?
Los ciudadanos inmigrantes tienen derechos básicos que pueden hacer valer ante encuentros con agentes de ICE. Por ejemplo, los funcionarios no pueden entrar a hogares sin una orden judicial ni a lugares de trabajo sin el consentimiento del empleador. Esta semana, la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA) difundió información importante sobre qué hacer o cómo reaccionar en caso de la visita del Servicio de Inmigración.
En el caso de que los agentes se presenten en una residencia, la primera recomendación es no abrir la puerta hasta no pasar la orden judicial por debajo de la puerta o de que la muestren por la ventana. Alertan que una orden de deportación no confiere permiso para ingresar a los docimicios.
Los ciudadanos pueden conversar con los agentes a través de la puerta o preferir guardar silencio ante preguntas sobre el lugar de nacimiento o la fecha de ingreso a Estados Unidos. Remarcan que no es necesario mostrar documentos de identificación de inmediato, pero sí es esencial evitar mentir o mostrar documentos falsos. Llamar a un abogado o pedir su asignación es un derecho básico al que se puede recurrir en caso de una detención, sin importar el lugar en el que ocurra.
La AILA recomienda mantener la calma y no huir si ICE llega al sitio de trabajo.
Nueva restricción
Desde el martes 16 de julio, el gobierno de Estados Unidos rechazará las solicitudes de asilo de ciudadanos que pasen por un tercer país y no realicen la petición ahí, notificó el Registro Federal, el Departamento de Justicia y de Seguridad Nacional. La medida limitará drásticamente la elegibilidad de los migrantes centroamericanos.
De acuerdo con el documento difundido, la medida aplicará a los extranjeros que lleguen a Estados Unidos durante o después de que la política entre en vigor (el 16 de julio). La decisión es un nuevo esfuerzo de la Administración de Donald Trump por limitar la migración, principalmente de centroamericanos, hacia Estados Unidos a través de la frontera con México.
A juicio de Carolina Sediles, la nueva restricción es un problema aun mayor que la amenaza de las redadas, pues en el caso de los nicaragüenses que huyen de la represión de Daniel Ortega primero deben pasar por Honduras, Guatemala y México antes de arribar a Estados Unidos. La misma situación aplica para personas de otros países que llegan en busca de refugio.
“La ley del asilo habla de un tercer país seguro. Ninguno de esos países son seguros (…) Tenemos el reporte de gente que fue secuestrada en México y son perseguidos en Honduras o Guatemala, porque también allí hay paramilitares nicaragüenses. Realmente no son países seguros”, advirtió.
Las redadas previstas dejaron más preguntas que respuestas. Queda en duda dónde se realizaron, a cuántas personas detuvieron y qué ocurrirá con los ciudadanos si realmente fueron capturados, pues los centros de detención superaron el límite de individuos que pueden albergar. Lo cierto es que la batalla de Trump en el ámbito migratorio sigue vigente y pendiente.