El 1° de agosto William Patrick Williams, de 19 años, fue arrestado por agentes de ATF y FBI por presuntamente planear atentados masivos en el estado de Texas.
La captura de Williams fue posible luego de que su abuela dijera a la Policía que su nieto le había confesado que recién había comprado un rifle AK-47 y que planeaba disparar a un hotel y luego suicidarse con un policía.
Tras la macabra confesión, la mujer lo convenció para llevarlo al hospital, donde más tarde fue interrogado por la Policía.
El joven accedió a que las autoridades revisaran una habitación de hotel que había alquilado, donde los agentes encontraron el rifle AK-47, 17 revistas cargadas de municiones, varios cuchillos, una gabardina negra, pantalones tácticos negros, una camiseta negra, una camisa con la leyenda “Let ‘Em Come” y guantes tácticos negros con los dedos cortados.
La fiscal federal para el Distrito Norte de Texas, Erin Nealy Cox, dijo que el hombre mintió en la información para comprar el arma.
De acuerdo con el reporte policial, el acusado compró el rifle el 11 de julio y al revisar el formulario para su adquisición enunció la dirección de residencia de su familia donde él ya no habitaba desde hacía unos meses. Vivía en una dirección diferente que compartía con un compañero luego de ser desalojado por sus parientes.
“Williams es acusado por brindar información falsa a un vendedor de armas con licencia federal”, agregó la Fiscal.
La captura de Patrick Williams se dio poco antes de los atentados registrados el fin de semana en Texas y Dayton, que dejaron 31 muertos y decenas de heridos.
“Esto fue una tragedia evitada”, sentenció Nealy Cox. Al mismo tiempo elogió a la abuela del acusado.
