El FBI está preocupado de que ocurran ataques en contra de sus sedes, luego después de que un edifico que alberga a empleados federales de inmigración en San Antonio, Texas, fuera blanco de disparos.
El agente especial a cargo del FBI, Christopher Combs, dijo durante una conferencia de prensa que no se puede permitir que un discurso político lleve al punto de la violencia.
Combs indicó que por lo menos un vehículo se detuvo frente al edifico de San Antonio que es sede de oficinas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) y que un hombre armado disparó a través de las ventanas.
Agregó que el edificio tiene varios arrendatarios y que el agresor seguro sabía que ahí estaban las oficinas de ICE. Cuando sucedió el incidente, al interior había empleados de ICE, pero nadie resultó lesionado.