Conseguir que los latinos residentes en el área metropolitana de Washington se involucren en los programas de voluntariado de la Cruz Roja Americana en esta región es uno de los retos inmediatos que se propone la reconocida organización humanitaria internacional.
La donación de sangre, tiempo y hasta dinero para robustecer los programas permanentes de ayuda, entre estos la prevención de incendios en hogares y prepararse para mega desastres, tanto dentro como fuera del país son algunos de los aspectos donde se puede involucrar la comunidad.
La vicepresidenta de comunicaciones de Cruz Roja Americana, Elizabeth Penniman, conversó con El Tiempo Latino sobre estos temas, luego de disertar sobre las estrategias de la organización para alcanzar a la comunidad hispana, en un evento de dos días que reunió a voluntarios de diferentes jurisdicciones del área del DMV en la sede de la organización en Old Town, Alexandria.
“La comunidad latina se puede involucrar de diferentes maneras, donando parte de su tiempo, la gente puede venir para ayudarnos especialmente en nuestros programas de prevención de incendios de hogares; pero también pueden acercarse para donar sangre, siempre necesitamos donantes que se unan a nuestros esfuerzos”, comentó Penniman.
Durante el evento realizado entre los días 6 y 7 de agosto, la Cruz Roja Americana centró su interés en la “Iniciativa de compromiso latino”, que se concentró en cómo llegar a la comunidad hispana en esta región con estrategias de comunicación y de acercamientos que permitan un vínculo directo con estos grupos de inmigrantes a los que Cruz la organización considera como “grupo de interés”.
Construyendo puentes
Como parte del plan, la organización tratará de involucrar a líderes de la comunidad para hacer puentes que permitan el acceso a vecindarios. Con esta estrategia la Cruz Roja lograría mayor visibilidad en las comunidades, no solo en momentos de crisis, sino también durante el día a día, escenario ideal para prepararse para potenciales emergencias futuras.
Uno de los voluntarios latinos que participó en el evento, el puertorriqueño Joseph Prewitt Díaz, comentó que para la Cruz Roja es vital la función de los voluntarios, cuyo número incluso debería superar a la plantilla de empleados de la institución.
“Se necesitan voluntarios para todas las funciones: para abrir albergues, para dar comida, para llevar alimentos donde la población tiene miedo de salir a pedir ayuda, ofrecer primeros auxilios, hacer campañas para evitar incendios e instalar alarmas contra siniestros; o sea que hay mucha capacidad de participación para el voluntariado”, comentó Prewitt Díaz, que se enlistó en esta organización humanitaria gracias al trabajo de su esposa en la institución.
Según Joseph, quien funge como enlace de comunicaciones, el plan de la Cruz Roja Americana es llegar a igualar en sus filas el número de voluntarios hispanos y que este sea proporcional con la población latina en Estados Unidos que en algunas regiones como en Washington DC supera el 20 por ciento.
Mejoras en la organización
En este taller formativo para voluntarios también se discutieron al detalle estrategias para incentivar la participación en todos los niveles de la organización y ampliar también la comunicación en español por ser el idioma que una a la población hispana.
“La Cruz Roja Americana está ansiosa de tener un grupo de voluntarios que sea hispano y que sea representativo de la población total de los Estados Unidos, el sueño es tener el 42 por ciento de voluntarios hispanos, que puedan servir a la comunidad latina, pero por otro lado, que ayuden a la integración de la Cruz Roja dentro de la comunidad”, puntualizó Josepth Prewitt Díaz.
El movimiento de la Cruz Roja, nació en Italia en 1863 por iniciativa del filántropo suizo, Henry Dunant para socorrer a los heridos en los campos de batalla de las guerras europeas, luego la misión se extendió el mundo, pero mantiene su sede central en Ginebra, Suiza.
En los Estados Unidos, la Cruz Roja Americana se estableció en 1881 gracias a la enfermera Clara Barton, quien fungió como la primera presidenta de la organización que para entonces ya contaba con el emblema internacional que la identifica en la actualidad. Paulatinamente se sumaron tratados internacionales para respetar la neutralidad de la insignia de la Cruz Roja en zonas de conflicto o desastre.