Cuando el fútbol de selecciones rueda en Sudamérica, los ojos del mundo se concentran en la región dominada por la Conmebol. Los partidos oficiales entre las naciones de la zona no encuentran comparación, y cuando de eliminatorias se trata, la competencia es aún más cerrada. Puede que América no cuente con los prestigiosos escenarios que adornan el balompié europeo, pero negar el nivel, la lucha y calidad de los exponentes dela parte sur del Nuevo Mundo, es rechazar años de tradición, así como un territorio que puede presumir de ser fábrica de grandes leyendas de la disciplina, o por qué no, de los dos más grandes de la historia: Pelé y Diego Armando Maradona.
Pero no todo es brasileños y argentinos. Por estos días, no hay enemigo pequeño en Conmebol y hasta el contrincante más débil, puesto que hasta hace más de una década era propiedad de Venezuela, es capaz de hacer tropezar a cualquier gigante.
Rumbo a Catar
Dentro de algunos meses se pondrá en juego la primera de 18 fechas que cada selección deberá disputar en su intento de decir presente en la Copa del Mundo Catar 2022, cita que contará con el ya tradicional formato de 32 países repartidos en ocho grupos, dejando atrás la posibilidad de ver a más de 40 escuadras. Una vez la FIFA rechazó tal opción, el sistema volvió a mostrar el límite habitual de cupos por zona del mundo.
En Sudamérica, las selecciones que ocupen los primeros cuatro lugares al finalizar la clasificación contarán con el boleto directo a la instancia de grupos del torneo de balompié más importante del mundo. Mientras, el dueño de la quinta casilla deberá resolver su futuro en un repechaje contra un rival por definir.
Con el paso de los años, la pugna ha sido muy cerrada, con altibajos de enormes representantes y crecimiento de los más pequeños, lo que hace de esta una cita de pronóstico reservado y que podría ver definidas sus posiciones en la recta final de la eliminatoria.
Para llegar a Catar, los duelos oficiales comenzarán en marzo de 2020 con dos jornadas. Otras dos se celebrarán en septiembre, dos en octubre y dos en noviembre. Al año siguiente se definirá el resto de la eliminatoria, con marzo, junio, septiembre, octubre y noviembre, cada uno con dos fechas, como las etapas que darán a conocer el nombre de los afortunados.

ESTRELLA. Neymar es el rostro de la generación brasileña que aspira no solo a ir a Catar, también a alzar el sexto trofeo de campeón mundial
El rey de América
Brasil es Brasil. La corta frase parece tener un significado tan simple como genérico; sin embargo, cuando de fútbol se trata, este presente no es más que la fuerte realidad de uno de los países más exitosos en la historia de la disciplina, único en ganar cinco Mundiales y hogar de grandes nombres que hoy son inmortales.
Su actualidad puede que no sea el más brillante, pero al menos es efectivo; el otrora Jogo Bonito que durante décadas caracterizó al fútbol de los amazónicos hoy no existe, pero no por ello en la tierra de la samba y las garotas exista desinterés en cada paso que dan.
Bajo la conducción de Tite, la verdeamarela exhibe un juego cuyo norte es ganar sin importar las formas. Claro, ver a Brasil hacer el trabajo sucio es casi imposible, pues el propio ADN e identidad de las escuelas de fútbol nacionales han dado en el clavo generación tras generación. Laterales verticales, volantes de pies rápidos y delanteros letales son parte de su arsenal.
Luego de generaciones de ensayo y error, así como fracasos en torneos importantes, el grupo comandado desde el gramado por Neymar parece contar con la madurez para ser no solo uno de los cuatro con altas opciones de estar en Catar, también luce como un cuadro que peleará por cerrar la eliminatoria en lo más alto de la tabla.

UNIÓN. Pese a los resultados adversos, Argentina busca su identidad para imponerse en la clasificación más dura del planeta
Preguntas albicelestes
El entorno de la selección argentina suele mostrar dudas sensatas. Para muchos, las injusticias rondan a un grupo talentoso, pero que no ha logrado sumar trofeos importantes una vez alcanzó junto a sus piezas el estatus de profesional.
Con Lionel Messi como punta de lanza, cualquiera aparecería como el gran favorito para coronarse en cuanto torneo dispute, pero para Argentina contar con uno de los mejores elementos que alguna vez haya jugado al fútbol no necesariamente ha puesto las cosas a su favor.
Como un paseo en montaña rusa, la albiceleste ha visto inclinaciones que la llevaron a lo más alto para luego caer. La final del Mundial de Brasil 2014 fue, tal vez, lo más importante que estos lograron, pero el título terminó en manos de Alemania. Cada caída tiene al mismo protagonista, el atacante del Barcelona, pese a que esto se trata de un juego de equipo.
El desfile de entrenadores tampoco ha cesado y con cada uno una idea diferente que busca calar lo suficiente para que el ansiado trofeo de campeón del mundo vaya a las filas de la Asociación de Fútbol Argentina.
Hoy las cosas lucen complicada, pero eso no resta poder a un combinado histórico. Donde se pare Argentina, el rival deberá respetarlo.

FORTALEZA. A través de los goles de Edinson Cavani, Uruguay quiere despedir a una generación dorada con el pase a la principal cita del balompié
Una generación que va de salida
Uruguay nunca defrauda. Así no termine ganando la cita a la que asista, la selección celeste es tan incómoda como loable. En su juego, uno de los menos vistosos del continente, se esconden generaciones de guerreros que lucharon a favor de su bandera como si el mañana no existiera.
La enorme generación de Diego Forlán, Luis Suárez y Edinson Cavani en la delantera ya no cuenta con el primer mencionado, mientras que los otros dos entran en una etapa donde la puerta de salida está más cerca que antes.
Lo propio sucede con su entrenados, Óscar Washington Tabárez, un sempiterno al que será difícil de remplazar.
Pese a que es turno de dar paso a nuevos nombres, una apuesta que encuentra riesgosa en cualquier país, Uruguay no se sale de las líneas y aplica siempre al patrón que tanto éxito le ha traído. No contar con piezas caracterizadas por su fútbol estético, en la garra y eterna lucha la que ha puesto en alto a su disciplina.
En el camino a Catar no habrá excepciones, mucho menos para un grupo que además de los Suárez y Cavani podría ver también los últimos episodios de Diego Godín.

REGRESO. Tras la decepción de ver desde casa el Mundial de Rusia en 2018, Chile quiere volver a su mejor versión y obtener el boleto a Catar
Nuevas obligaciones
El pasado reciente fue dorado en Chile. Con buen fútbol pero sin títulos, el éxito tocó su puerta por partida dobles con sendas Copas Américas alzadas en los años 2015 y 2016. Todo era risas en el entorno del combinado rojo, pero la realidad dio un duro golpe en su trayecto hacia Rusia 2018, donde fueron desplazados en las últimas fechas y terminaron viendo el Mundial desde casa.
Con un grupo que cuenta con futbolistas del nivel de Alexis Sánchez y Arturo Vidal, es difícil pensar que se puede caer, mucho menos tras los triunfos en los torneos continentales; sin embargo, la eliminatoria sudamericana es eso, irrespeto al rival destacado.
Tras la inolvidable caída, las obligaciones están marcados con fuego en el seno del balompié austral, con la necesidad infinita de decir presente en Catar y trascender, borrando de manera definitiva esa mancha por buen tiempo indeleble que los seguidores del deporte vieron a miles de kilómetros de distancia.

VELOCIDAD. Con Juan Guillermo Cuadrado, el fútbol colombiano busca afianzarse como una de las selecciones más fuertes de la región
Experimento cafetero
El arribo del portugués Carlos Queiroz al banquillo colombiano fue sorpresa para muchos. Por años, el europeo fue mano derecha de sir Alex Ferguson en el Manchester United, puesto que eventualmente asumiría si no fuera por una oferta del Real Madrid para darle empleo en el Santiago Bernabéu.
Como todo seleccionador, el tiempo es importante, sobre todo para aquellos que intentan dejar una huella a donde van.
Visto desde ese ángulo, Colombia aspira a grandes resultados y la obtención del pase a la fase de grupos en Catar. Pero la paciencia será clave, más en momentos en los que llega la hora de imprimirle la filosofía personal a profesionales con los que se comparte poco en el año.
Tras su participación en Brasil 2014 y Rusia 2018, no hay espacio para el fracaso en el ámbito del fútbol cafetero, mucho menos cuando Juan Fernando Quintero, James Rodríguez y Duvan Zapata aparecen para encabezar a esta generación de piezas talentosas que brillan en distintas partes del planeta.
Franco crecimiento
Perú no veía acción en una Copa del Mundo desde hace más de 30 años, pero en Rusia acabó la mala racha. El éxito del combinado inca llegó gracias al trabajo que desde el banquillo trajo consigo un entrenador experimentado como Ricardo Gareca.
El argentino, exdirector técnico de San Lorenzo de Almagro, tomó el talento escondido de un país con tradición en el balompié y puso sobre la mesa un abanico de opciones en el que la velocidad era clase.
Jugadores con hambre de Mundial se juntaron y lograron lo impensado, sumando una segunda etapa clasificatoria para meter en los libros de historia.
Finalista también en la Copa América de Brasil, los buenos resultados no han soltado la mano de los peruanos, los cuales no tienen otro norte que no sea escuchar su himno en territorio asiático.
La tarea no será sencilla, mucho menos cuando otros grandes rivales sudamericanos empiezan a pulir sus piezas, pero Gareca y los suyos tienen la intención de demostrarle al mundo que lo alcanzado hace ya un año no fue obra de la casualidad.

ILUSIÓN. La vinotinto tiene en mente elaborar un plan lo suficientemente exitoso para escuchar su himno por primera vez en un mundial de mayores
No se pueden descartar
Aunque los países ya mencionados lucen enormes y con muchas posibilidades de avanzar al Mundial de Catar, otros cuatro conjuntos discretos tienen la tarea de dar el golpe en la mesa y colarse entre ellos para inscribir su nombre en el torneo más prestigioso del planeta.
Venezuela y Ecuador, por ejemplo, deberán demostrar que, así como sus generaciones juveniles lograron sorprender a los seguidores del juego, su grupo mayor deberá saber cargar con la enorme responsabilidad y brillar en los dos años de eliminatorias para estar entre los primeros cuatro o luchando por el quinto escalón y con él la opción del repechaje.
En el caso de Paraguay, es menester recordar los viejos tiempos, donde el fútbol áspero de un país que sabe de balompié de roce se imponga. Las generaciones doradas ya no están ahí, pero sí un grupo de elementos que quieren despojarse de los vestidos del fracaso para ser el caballo negro por el que nadie apuesta pero que al final de la carrera recibe aplausos por haber andado a una velocidad incalculable.
Por su parte, Bolivia tendrá como enorme tarea hacer valer la casa, con la altura como ventaja, para representar un obstáculo muy alto de superar. Mientras el físico juegue del lado de sus exponentes, la visita a La Paz seguirá siendo un infierno para el que intente allanar el territorio ajeno.