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Aníbal Sánchez deja en Washington una clara promesa para 2020

La buena temporada del venezolano Aníbal Sánchez y su sólida apertura ante los Dodgers, en la Serie Divisional, deja una promesa resplandeciente para los Nacionales, que han probado bajo intenso fuego enemigo a un pitcher cuyo perfil discreto le ha hecho vivir a la sombra de sus más notables compañeros de rotación.

Sánchez llegó como agente libre a Washington, hace menos de un año. Venía de una buena cosecha con los Bravos y tenía un historial de logros, que incluyó un juego sin hits ni carreras en 2006 y el liderato de efectividad de la Liga Americana en 2013.

La duda estaba, sin embargo, en el declive que el veterano vivió a partir de aquella buena campaña con los Tigres. Durante cuatro zafras consecutivas, hasta 2017, desmejoró su promedio de carreras limpias, al punto de que tuvo que aceptar un pacto de Ligas Menores con los Mellizos y resignarse a quedar libre en pleno Spring Training, antes de recibir una oportunidad providencial en Atlanta.

Lo que vino a partir de allí ha sido una sonrisa que ahora disfrutan los Nats.

Sánchez tiene 3.39 de efectividad desde que se ganó un lugar con los Bravos, contando el tiempo que ahora pasa en DC. Ha vuelto a ser el serpentinero eficaz de sus tiempos en Miami y Detroit. Acaba de poner un robusto WAR de 3.7, su mejor desde aquel 2013, y contra Los Ángeles acaba de bordar un recordatorio de lo cómodo que se siente en octubre.

Son ya nueve cotejos abiertos por él en cinco postemporadas, con 2.98 de efectividad y 55 abanicados en 48.1 entradas. Él dice que no es un ponchador. Pero si no lo es, se parece mucho a uno. En 14 campeonatos tiene una media de 8 chocolates repartidos por cada 9 tramos. Y sus números son mejores cuando sale a la lomita en un playoff.

Sánchez tiene contrato hasta 2020. Es una alegría para los Nacionales, pues sus cuatro principales iniciadores de esta justa seguirán juntos. Max Scherzer está bajo control hasta 2021, Stephen Strasburg hasta 2023 y Patrick Corbin hasta 2024. En el receso entre temporadas la gerencia podrá enfocarse en tratar de retener a Anthony Rendón y resolver las carencias del bullpen.

Todo eso permite pensar el venezolano con su sólido 2019.