Este 10 de octubre, el presunto autor de la masacre en un establecimiento comercial de El Paso, en Texas, se declaró “no culpable” en un juzgado local, donde enfrenta cargos por asesinato capital.
Patrick Crusius, quien estaría detrás de la muerte de 22 personas el pasado 3 de agosto, vio tras él a varios de los heridos, quienes dijeron presente en la audiencia del caso.
El hombre de 21 años de edad dejó a 24 lesionado en el lamentable tiroteo que pudo tener como motivo hechos raciales y xenófobos.
Jaime Esparza, fiscal de distrito de El Paso, fronteriza con México, aseguró que solicitará la pena de muerte contra Crusius, en lo que calificó como un caso de terrorismo doméstico.
Luego de 40 minutos de haberse reportado el hecho, la policía local arrestó al hombre dentro del Walmart de la localidad, una zona con alto porcentaje de latinos –la mayoría mexicanos- dada la cercanía con el territorio centroamericano.
Aunque se declaró “no culpable”, el día del hecho dijo haber disparado en el lugar.
Poco antes del ataque, publicó en redes sociales que el hecho, una vez concretado, sería una “respuesta a la invasión hispana de Texas”.
Un informe policial de aquella fecha señaló que Crusius entró al sitio “usando un (fusil de asalto) AK-47 y disparando a múltiples víctimas inocentes”. Según el documento de los uniformados, “el acusado dijo que su objetivo eran los mexicanos”.
De los 22 muertos, 8 eran de origen mexicano.