Una de las evacuaciones más grandes de la historia del condado de Sonoma se estaba llevando a cabo este domingo, mientras vientos feroces y aire seco alimentaban un incendio forestal que ha asolado la región durante días.
CRISIS. Un bombero evalúa un edificio que se quema sin control mientras el incendio de Kincade sigue ardiendo en Healdsburg, California, EE.UU.
El sheriff del condado estimó que 180 mil personas habían recibido la orden de huir del incendio de Kincade, el cual ya se ha extendido a 30mil acres y que solo ha logrado contenerse en un 10 por ciento. Por lo que las autoridades ampliaron rápidamente el número de áreas bajo órdenes de evacuación y así, evitar males mayores a causa de las ráfagas de vientos que alcanzaron las 93 millas por hora.
En una avalancha de alertas matutinas, el Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California y la Oficina del Alguacil del Condado de Sonoma indicaron a los residentes de la parte norte de Santa Rosa, así como de las áreas suroeste y noreste de la ciudad, que evacuaran inmediatamente.
EE.UU. Según los informes, el incendio de Kincade ha quemado más de 25.000 acres y ha provocado evacuaciones obligatorias de unos 90.000 residentes de la zona
Para el domingo por la mañana, los bomberos permanecían en una “posición defensiva contra la Madre Naturaleza”, aseguró el portavoz de Cal Fire, Jonathan Cox. Pero las evacuaciones se llevaron a cabo sin contratiempos, dijeron las autoridades, con pocos incidentes en la abarrotada carretera que sirvió como la principal vía de acceso a la seguridad de los evacuados.
Los vientos nocturnos habían empujado al fuego de Kincade hacia el sur a algunas comunidades cercanas, dijo Steve Volmer, analista de Cal Fire, y lo que más preocupaba eran los nuevos incendios en el área que podrían surgir como resultado del clima.
TRAGEDÍA. La Bodega Soda Rock estalla en llamas mientras el fuego de Kincade sigue ardiendo en Healdsburg, California, EE.UU., 27 de octubre de 2019
Traducción libre de The Washington Post
