La madrugada de este viernes, el gobierno de Chile y la oposición acordaron convocar un plebiscito con el fin de consultar si los ciudadanos quieren o no una nueva Constitución y su mecanismo para redactarla.
La actual Constitución chilena ha recibido más de 40 reformas, pero es criticada por mantener, a juicio de los críticos, un carácter neoliberal y de favorecer la privatización de sectores como la salud y la educación. Sobre ella pesa la sombra de Augusto Pinochet, pues fue aprobada en unas elecciones cuestionadas en 1980, durante la dictadura.
El plebiscito se realizará en abril de 2020 y en él se consultará, en caso de ser aprobada la propuesta de constituyente, si se prefiere que el texto sea redactado por una convención mixta constitucional o una asamblea electa únicamente para esa función. En el caso del grupo mixto, estaría integrado por parlamentarios actuales y ciudadanos.
La petición de una nueva Constitución es uno de los reclamos sociales hechos por los chilenos en busca de un sistema que disminuya la desigualdad, tras la ola de protestas que inició en octubre y que ha dejado unos 22 muertos.
Una eventual elección para escoger a los miembros del órgano constituyente se realizaría en octubre de 2020, al mismo tiempo que los comicios regionales y municipales. Posteriormente, la propuesta será llevada a otro proceso electoral para ratificar su aceptación en reesplazo de la Carta Magna actual.

PROTESTAS. Vista de una barricada sobre la céntrica avenida Alameda, el jueves 14 de noviembre, durante las protestas por el primer aniversario del asesinato del comunero mapuche Camilo Catrillanca. | Foto: Efe/Alberto Valdés
El pacto entre gobierno y oposición fue llamado Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución, en el mismo se establecen los lineamientos básicos del proyecto. El órgano constituyente tendrá nueve meses, prorrogables por tres meses más, para presentar el texto y se disolverá cuando cumpla su tarea.
“Los partidos que suscriben este acuerdo vienen a garantizar su compromiso con el restablecimiento de la paz y el orden público en Chile y el total respeto de los derechos humanos y la institucionalidad democrática vigente”, se lee en el acuerdo.

CHILE. El alza en el precio del pasaje del metro de Santiago prendió la mecha del descontento social contra la desigualdad y los altos precios de servicios básicos como la salud, la electricidad o el transporte desatando una ola de indignación nunca antes vista desde la recuperación de la democracia
Gonzalo Blumel, ministro del Interior y Seguridad Pública, tuiteó: “Un momento histórico. Hoy tenemos un Acuerdo por La Paz Social y la Nueva Constitución, con el cual empezaremos a construir nuestro nuevo pacto social. Hemos tenido días difíciles. Todos hemos escuchado, todos hemos aprendido. Gracias a todos quienes lo hicieron posible”.
Con información de agencias.