En una comparecencia ante el Consejo de la Federación de Rusia la mañana de este lunes, el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, denunció que la diplomacia de Estados Unidos se limita únicamente a utilizar la intimidación.
Afirmó que mediante sanciones, ultimátums y amenazas es que buscan intimidar, esto, tras las sanciones estadounidenses recibidas contra el gasoducto Nord Stream 2, que llevará directamente gas ruso a Alemania por el fondo del mar Báltico.
El presidente Donald Trump firmó las sanciones contra las compañías que construyan el gasoducto, debido a que, según el Congreso, podría dar al Kremlin una influencia peligrosa sobre aliados europeos.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, catalogó las sanciones norteamericanas contra el Nord Stream 2 como medidas inaceptables y añadió que existía un pleno convencimiento de Moscú en cuanto a estos pasos afirmando que no serían un obstáculo para terminar las obras de este “importante proyecto”.
A través de un comunicado, la cancillería rusa señaló que detrás de las sanciones existe un interés de imponer el gas licuado estadounidense y disminuir la aceleración del desarrollo de la economía europea y socavar la capacidad de competir con Estados Unidos en mercados mundiales.
Tras conocerse las medidas coercitivas, un portavoz de la cancillería alemana ratificó su rechazo contundente ante el hecho, mismas medidas que calificó de extraterritoriales y que afectan a las empresas alemanas y europeas suponiendo para él, una injerencia en los asuntos internos de esa nación.
La Unión Europea también se posicionó al respecto y rechazó la imposición de sanciones contra empresas del bloque comunitario que realizan negocios legítimos con otros Estados.
Peskov también comentó que, en todo caso, esas acciones no se quedarán sin reciprocidad y que la respuesta a este hecho y cuándo se producirá es un asunto de los intereses nacionales de Rusia, por lo tanto, será informado en su debido momento.
