El quinto y último periodo anual de sesiones de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela inició con un conflicto interno generado por la fracción de diputados del régimen de Nicolás Maduro con un grupo de legisladores de oposición rebelados a Juan Guaidó, presidente del Gobierno interino y jefe del Parlamento, con el fin de intentar impedir su ratificación al frente de la Junta Directiva.
Los ataques del régimen arreciaron semanas antes con la encarcelación y persecución de diputados, que puso en vilo la cantidad de votos necesitados por Guaidó para mantenerse en el cargo. El día esperado para la instalación del parlamento, el domingo 5 de enero, los alrededores del Palacio Federal Legislativo, en Caracas, amanecieron tomados por la Guardia Nacional (GN) y otros cuerpos de seguridad, quienes con lista en mano decidían quiénes ingresaban a la sede del Legislativo y quiénes no.
Mientras los diputados de oposición intentaban saltar las trabas de la GN, en el Hemiciclo de sesiones se inició un acto en el que el diputado de oposición Luis Parra, acusado en diciembre de presidir una trama de corrupción que otorgó favores a empresarios ligados al chavismo, se juramentó como presidente de la AN de forma irregular: sin contar con una sesión legal, sin votación nominal e infringiendo el Reglamento Interior y de Debates del Parlamento.

JUNTA PARALELA. El diputado Luis Parra no presentó la lista de los legisladores que votaron por él. | Foto: Efe/Rayner Peña
“No vamos a entrar en seguir enganchados en el pasado, Juan Guaidó para nosotros es el pasado y tenemos que abrirle la puerta al futuro”, exclamó Luis Parra desde el Hemiciclo de sesiones. Con él también juró el diputado Franklin Duarte, como primer vicepresidente; y José Gregorio Noriega, como segundo vicepresidente de la junta paralela, apoyados por el chavismo.
Al mismo tiempo, Juan Guaidó y un grupo de diputados intentaban ingresar al Palacio Federal en medio de golpes y empujones. En redes sociales se viralizaron las imágenes del presidente interino intentando saltar una reja rodeado de militares, quienes se lo impidieron. La Oficina Internacional del Despacho de la Presidencia encargada, bajo la dirección de Guaidó, denunció un asalto al Parlamento y golpe de Estado, argumentando que el acto realizado por Parra no cumplió con lo establecido en el Reglamento.
La sede del Parlamento permaneció militarizada, con funcionarios del régimen encapuchados en los pasillos. Poco después se conoció que la sesión formal de instalación sería trasladada al auditorio del diario El Nacional, donde fue ratificado Juan Guaidó como presidente del Poder Legislativo y de la Presidencia encargada de Venezuela; y se eligió al diputado Juan Pablo Guanipa como primer vicepresidente y a Carlos Berrizbeitia como segundo vicepresidente de la AN, previa verificación del quórum y la votación nominal de 100 legisladores.
Los miembros del bloque 16 de Julio, pese a que tenían previsto dar la espalda a Guaidó, lo respaldaron a última hora en rechazo a la instalación de la junta paralela. Al final del domingo se hablaba de dos asambleas: la instalada de forma legal y la de Luis Parra, desconocida por la mayoría opositora. Además, Guaidó mantuvo el reconocimiento y respaldo de sus aliados internacionales.
En una rueda de prensa ofrecida el lunes, 6 de enero, Parra reconoció que no posee la lista ni el registro de los diputados que votaron a su favor. Mientras que la directiva encabezada por Guaidó sí lo hizo.
“Ha sido un año muy duro para los venezolanos, un año de lucha, de construir capacidades. Pero también es un año de reflexión, para asumir los errores. Hoy (5 de enero) lamento profundamente el show impulsado por la dictadura, para chantajear, perseguir y amenazar una mayoría”, expresó Guaidó en El Nacional.

POLÍTICA. Guaidó prometió corregir los errores cometidos para lograr un cambio político. | Foto: Efe/Miguel Gutiérrez.
Añadió: “Tenemos que pedir disculpas porque asumimos la responsabilidad y queremos corregir errores”.
La diputada Delsa Solórzano aseguró en la sesión que el chavismo ofreció 1,2 millones de dólares a quienes traicionaran a Guaidó. La denuncia se reforzó con el testimonio del parlamentario José Hernández, quien reveló en un video que le ofrecieron 750 mil dólares para retirar su apoyo al mandatario interino. “Esa era toda la mecánica y así lo hicieron los otros diputados, que lamentablemente cayeron en esa traición”, dijo el legislador.
Nicolás Maduro, por su parte, comentó que lo ocurrido “se veía venir desde noviembre”. Calificó la situación como una rebelión dentro de la AN y pidió a sus seguidores no sorprenderse por los hechos, desde un acto en el estado Vargas.
Segundo encuentro
Para el martes 7 de enero el Parlamento siguió tomado por militares. Sin embargo, esta vez el cuerpo legislativo encabezado por Juan Guaidó logró entrar a las inmediaciones del Palacio Federal Legislativo. Al mismo tiempo, el grupo encabezado por Parra salía del Hemiciclo de sesiones tras un acto en el que se conformó una comisión con la intención de visitar los otros Poderes del Estado.
Cinco personas, entre ellos cuatro identificados como efectivos de la GN, intentaron mantener la puerta cerrada, pero los diputados lograron abrirla, ingresar y sesionar con un único punto a tratar: el asalto militar al Parlamento.

SESIÓN. Este martes el grupo parlamentario que acompaña a Guaidó logró entrar al Hemiciclo de sesiones pese a las trabas de la Guardia Nacional. | Foto: Centro de Comunicación Nacional
Henry Ramos Allup, diputado y expresidente de la AN, ratificó que el grupo de Luis Parra no posee constancia del quórum ni de la votación de su junta directiva porque nunca se hizo. En su intervención se descargó en contra de los parlamentarios que se rebelaron a Guaidó.
“El que compra basura, sabe que está comprando basura. El que compra estiércol sabe que está comprando estiércol… Yo estoy seguro de que los van a dejar a la deriva (el chavismo a los miembros de la directiva paralela), los van a dejar en el camino”, dijo Allup a propósito del presunto soborno de los diputados.
Debido a la toma militar del Parlamento, sostuvo que en caso de no poder ingresar para la próxima sesión se reunirán “en cualquier otro lugar”.
La jornada del martes incluyó a colectivos (individuos violentos y armados a favor de Maduro) en los alrededores de la AN, además de los funcionarios del régimen. Se reportó la agresión por parte de estos grupos en contra de los diputados Desiree Barboza, Luis Lipa, Manuela Bolívar y Elimar Díaz.
También resultaron asaltados los periodistas Manuel Cobela, de Venevisión; y Francesco Manetto, de El País, según la denuncia del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Prensa. El periodista Maiker Yriarte también fue agredido en las inmediaciones del Parlamento.
Guaidó, al retirarse del Palacio Legislativo, pidió mantener la unidad; mientras que un grupo de ciudadanos que lo esperaba coreó: “¡Sí se pudo!”. Este año es clave para la AN, ya que es el último periodo del único poder en manos de la oposición a Maduro. Pese a sus logros en 2019 y desplazar al régimen en gran parte del ámbito internacional, aún tiene en deuda su mayor promesa: el cese de la usurpación, establecer un gobierno de transición y celebrar elecciones libres.