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Trump y los republicanos quieren silenciar a Bolton

El Partido Republicano batalla cada día por asegurarse de que el juicio al presidente Donald Trump, cierre con una absolución rápida y sin la declaración de testigos ante la creciente presión existente para que John Bolton, ex consejero de Seguridad Nacional, testifique.

El Impeachment al presidente, ya se encuentra en la fase de preguntas de los senadores con el debate sobre la declaración de testigos al rojo vivo.

Las revelaciones del manuscrito de su próximo libro incriminan a Trump de manera directa y han generado grietas en el muro que protege al mandatario, pues varios senadores republicanos desean escuchar hablar a Bolton, bajo juramento, en la cámara del Senado.

La Casa Blanca ha advertido acerca de la publicación del libro de Bolton, alegando que contiene información secreta y alguna, pudiese no ser cierta.

El pasado miércoles 29 de enero, el Impeachment contra Donald Trump entró en la fase de preguntas de los senadores a las partes, acusación y defensa.

En esta fase, la vista está puesta en las matemáticas de los votos y en un libro de memorias políticas inédito que puede cambiar el guion preescrito para este juicio.

El exconsejero de Seguridad Nacional, John Bolton, sostiene que Trump le comunicó personalmente su pretensión sobre congelar las ayudas militares a Ucrania hasta conseguir que el Gobierno de este país anunciara investigaciones que perjudicaban a los demócratas.

Esa supuesta coacción es el cuerpo del cargo de abuso de poder que pesa sobre Trump y Bolton sería el primer testimonio directo que incrimine personalmente a Trump.

El exjefe de Seguridad, envió el manuscrito al Consejo de Seguridad Nacional, dependiente de la Casa Blanca, con el fin de que su contenido sea revisado.

Bolton advirtió que ese libro contiene grandes cantidades de información clasificada; alguna en la categoría de alto secreto.

También afirmó que esto, no puede salir a la luz pública sin, por lo menos, haberle suprimido esos datos.

Lo realmente importante en este proceso, es lo que el exconsejero vaya a declarar en el Senado bajo juramento y que aún no está claro si se de esa comparecencia.

Los republicanos controlan el Senado, con 53 de los 100 escaños, lo que les ha permitido marcar la pauta del impeachment y hasta ahora, tumbar todas las intentonas demócratas por llamar a declarar a testigos.

La hora de la verdad llegará el viernes, cuando está prevista la votación sobre esas posibles. comparecencias: si los demócratas, que suman 47 votos, logran convencer a cuatro miembros del partido rival, alcanzarán la mayoría necesaria.