Por años nos hemos preocupado sobre la confidencialidad de las respuestas del censo, para qué fines se usarían, e inclusive por la posibilidad, ahora descartada, de que se pregunte si la persona es o no ciudadana.
Con el censo de 2020 ahora oficialmente en marcha, les contamos lo que realmente debemos responder en esos cuestionarios del censo.
Hay nueve preguntas en el formulario primario (https://tinyurl.com/2020censusquestionnaire). A continuación las listamos.
1) “¿Cuántas personas vivían o se alojaban en esta casa, apartamento o casa móvil al 1 de abril de 2020?”
La primera pregunta es cuántas personas viven en el hogar. Luego, para cada una de esas personas, hay un segundo formulario de siete preguntas.
2) “¿Hubo personas adicionales que se quedan en este hogar y que no fueron incluidas en la Pregunta 1?”
Esta pregunta ofrece cinco respuestas posibles, en forma de casillas de verificación, para describir personas adicionales como niños, parientes, niñeras, invitados o, en la quinta casilla, “no hay personas adicionales”.
3) “¿Es esta una casa, apartamento o casa móvil —————-?”
Aquí hay cuatro opciones para completar la oración: “propiedad del residente a través de una hipoteca o un préstamo”, “propiedad absoluta”, “alquilada” u “ocupada sin contrato de alquiler”.
4) “¿Cuál es su número de teléfono?”
El cuestionario establece que solo se lo contactaría “si fuera necesario para los asuntos oficiales de la Oficina del Censo”.
5) ¿Cuál es el nombre de la persona que paga el alquiler o es propietaria de la residencia?
Solicita el nombre y apellido de esa persona y la inicial del segundo nombre. A partir de entonces, esta persona se denomina “Persona 1”.
6) “¿Cuál es el sexo de la Persona 1?”
Hay dos opciones: hombre y mujer.
7) ¿Cuál es la edad y la fecha de nacimiento de la Persona 1?
8) ¿La Persona 1 es de “origen hispano, latino o español”?
La pregunta ofrece cinco casillas de verificación para responder. La primera opción es “No”. La segunda es mexicano, mexicoamericano o chicano. La tercera es puertorriqueño, la cuarta es cubano y la quinta es “Sí, otro origen hispano, latino o español”. A esta opción le sigue un espacio para escribir una descripción más específica, como “salvadoreño, dominicano, colombiano, guatemalteco, español, ecuatoriano, etc.”
Las instrucciones para esta pregunta dicen: “para este censo, los orígenes hispanos no se consideran razas”, y piden a los encuestados, después de responder esta pregunta, que continúen con la siguiente y última pregunta.
9) “¿Cuál es la raza de la Persona 1?”
Aquí, los encuestados tienen 15 casillas de verificación para elegir, junto con cinco lugares donde pueden escribir en un origen específico.
Por ejemplo, después de la primera casilla de verificación, para los “blancos”, se pide a los encuestados que escriban si son “alemanes, irlandeses, ingleses, italianos, libaneses, egipcios, etc.”
La siguiente casilla de verificación, para “Black”, también tiene una línea de escritura. Sus ejemplos de posibles respuestas son: “Afroamericano, jamaicano, haitiano, nigeriano, somalí, etc.”
La tercera casilla de verificación es para indios americanos o nativos de Alaska y pide a los encuestados que impriman aquí el nombre de “tribu (s) inscrita o principal” y da como ejemplos “Nación Navajo, Tribu Blackfeet, Maya, Azteca, Pueblo Nativo de Barrow Inupiat Tradicional Gobierno, comunidad esquimal de Nome, etc”.
Después de esto hay 11 casillas de verificación más, para “chino, filipino, indio asiático, otro asiático, vietnamita, coreano, japonés, nativo de Hawai, samoano, otro isleño del Pacífico”.
Debajo hay un espacio en el que puede escoger, por ejemplo, entre paquistaní, camboyano, hmong, etc. si ha marcado la casilla “Otro asiático”. O, si ha marcado la casilla “Otro isleño del Pacífico”, puede especificar, por ejemplo, si es tongano, fiyiano, marshall, etc.
Finalmente, hay una casilla de verificación más, para “Alguna otra raza”, con espacio para escribir en una “raza u origen” específico.
Para aquellos hogares con más de una persona, hay un formulario separado de siete preguntas para cada miembro adicional del hogar.
La mayoría de estas preguntas son las mismas que la Persona 1 habrá respondido, descritas anteriormente, comenzando con el nombre.
Pero en lugar de preguntar si alguien más vive en el hogar, se pregunta si la “Persona 2” generalmente vive en esta casa o se queda en otro sitio. Aquí se ofrecen nueve respuestas posibles, desde “no” hasta ocho opciones para “sí”: en la universidad, en el ejército, para el trabajo, en un hogar de ancianos, con un pariente, en una segunda residencia temporal o estacional, encarcelado o “por otra razón”.
La pregunta 3 es sobre cómo se relaciona la Persona 2 con la Persona 1. Ofrece 16 posibilidades, desde cónyuge o pareja, con casillas separadas para cónyuges o parejas del mismo sexo, hasta una variedad de relaciones familiares, como hijo/hija, hijo adoptado/hija adoptada, hijastro/hijastra, hermano, padre, nieto, padre-hijo o nuera, “otro pariente”, compañero de cuarto, hijo adoptivo u “otro no pariente”.
Las cuatro preguntas restantes son las mismas que las últimas cuatro planteadas a la Persona 1 sobre género, edad/fecha de nacimiento, origen hispano/latino/español y etnicidad.
Los gobiernos y las organizaciones comunitarias están gastando cientos de millones de dólares para recopilar esta información este año, y durante la próxima década se distribuirán miles de millones de dólares de impuestos en función de lo que revelen estos datos sobre cuántas personas viven dónde y cuáles son sus necesidades.
Y eso no es todo: los datos del censo determinan cuántos miembros del congreso obtiene cada estado y cuántos votos del colegio electoral, que es quien al final decide la elección presidencial.
Las empresas también dependen de los datos del censo para decidir dónde invertir. La lista sigue y sigue.
Los datos del censo que lo identifican personalmente están protegidos por las normas de confidencialidad más estrictas del gobierno: se mantienen sellados durante 72 años.
