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El Super Bowl: una fiesta millonaria

La fiesta del Super Bowl no solamente se mide desde el plano deportivo. Para la NFL, tras bastidores existe una máquina enorme alimentada por el dinero de patrocinantes y distintas marcas que brindan la opción de publicitar sus productos, en especial en la gran final de la temporada. Para esta campaña no hubo excepción y fueron muchos los millones de dólares que formaron parte de ese carrusel en pro de poner su mercancía a la vista de millones de fanáticos que siguieron el encuentro que definió el título de la temporada.

El estadio Hard Rock de Miami fue escenario de el fin de la zafra 2020, un cierre apoteósico que midió a 49ers de San Francisco y Chiefs de Kansas City, compromiso que también vio cómo miles de millones de dólares se movieron alrededor de la principal liga de fútbol americano del planeta.

Asientos de lujo

En las fechas cercanas al encuentro por el título empezaron a cotizarse mucho más altos los precios de los boletos en reventa. Por ejemplo, para la página SeatGeek el precio del boleto más económico en su portal era de $3.200. No obstante, este no era el único espacio con el preciado elemento. El precio más alto en cuanto a este rubro era de $5.280 por parte de NFL Exchange.

Pero, aunque esa cifra suene alarmante, para muchos había un cero en el total si esperaban conseguirse una entrada para un puesto privilegiado. SeatGeek mostraba su boleto más alto en $24.500 el fin de semana del Super Bowl. Por su parte, NFL exchange lo cotizaba en $26.400. Eso sí, los lujos estaban incluidos, pues se trataban de plateas en las que la comodidad estaba garantizada. Esta serie de ofertas son para unos pocos privilegiados, especialmente para figuras públicas que deciden a última hora sumarse a la fiesta del Super Bowl.

Ambos valores presentados eran mucho más altos que los $16.000 con los que en lo que se cotizó un boleto en eBay para el pasado Super Bowl.

Desde casa

Pero no todos cuentan con la opción de poder estar presente en el estadio durante un Super Bowl. Para esos millones de fanáticos en Estados Unidos que no lograron decir presente en el estadio Hard Rock les tocó organizar fiestas, participar en alguna en condición de invitados o simplemente quedarse en casa viendo el fabuloso espectáculo de la forma más relajada posible.

Pero todo ello implica gasto.

De acuerdo con la National Retail Federation y Prosper Insights & Analytics, una persona en Estados Unidos gastó durante la jornada un promedio de $88, aquí se incluyen el consumo de alimentos, bebidas y mercancía de equipos alegóricos o de cualquier cuadro de la NFL durante las poco más de tres horas que duró el show, viéndolo desde un plano deportivo y también desde un plano musical, pues contó con la participación de un espectáculo de medio tiempo de lujo con Shakira y Jennifer López como sus exponentes.

Segundos dorados

Aun así, hay un número que llama mucho más la atención y es el que tiene que ver con el gasto de empresas que dieron vida a sus poderosas publicidades durante 30 segundos o un minuto en el espacio del Super Bowl.

De acuerdo con la cadena Fox, dueña de los derechos de transmisión en Estados Unidos, cada espacio de 30 segundos se valoró en 5.6 millones de dólares. En total fueron 77 espacios publicitarios, los cuales fueron vendidos mucho antes incluso de que se conociera el nombre de los finalistas. Toda esa parrilla se ocupó para el mes de noviembre.

La apuesta, aunque suene increíblemente riesgosa por tratarse de una enorme cantidad de dinero para solo medio minuto y entendiendo que hubo muchas marcas que gastaron el doble pues apostaron por comerciales de un minuto, también podría traducirse en una ganancia infinita pues se estima que el Super Bowl fue visto por más de 100 millones de espectadores solamente en los Estados Unidos.

El negocio del deporte no encuentra límites, pero de poco vale presentar proyectos si la planificación no es acertada. En ese aspecto, pocas ligas, o tal vez ninguna, como la NFL. El modelo presentado desde la disciplina es de envidiar, de ahí las copias calcadas de otras en territorio estadounidense no solo para evolucionar en el plano deportivo sino también desde el lado financiero.

Además del resultado, el gran campeón, una vez más, fue la NFL.