Este lunes, el presidente Donald Trump pidió al Congreso otros 2 mil millones de dólares para la construcción del muro en la frontera con México, una de sus grandes promesas de campaña presidencial, así como un paquete presupuestario de 4.8 billones de dólares que además vislumbra recortes de programas sociales.
El monto para el cerco fronterizo es menor a los 5 mil millones de dólares del año pasado, pero esto no significa que el monto que se piensa destinar para su creación, reduzca el monto, pues el mandatario ha optado por desviar el dinero de algunos proyectos militares para esto.
A finales del año 2018, cuando Trump pidió esa cantidad de millones para el cerco, los demócratas se preguntaron por el gasto del 6% de los fondos aprobados por el Congreso en ese julio.
En ese momento fue cuando el presidente estadounidense tomó la decisión de mover, para ese fin unos $6 mil 700 millones de fondos militares y para luchar contra el narcotráfico.
La administración de Trump afirmó que, con los $2 mil millones adicionales que están solicitando, construirá vallas a lo largo de 82 millas en la frontera del suroeste del país.
Informó que con los fondos disponibles desde el 2017 hasta este 2020, el gobierno levantará aproximadamente 1 mil millas de muro a lo largo de esa región.
Trump también destinó fondos de aproximadamente 182 millones de dólares, para contratar más de 700 agentes de la Patrulla Fronteriza y 300 coordinadores para esa agencia.
De ese total, más de 80 millones de dólares serán tomados del presupuesto del año 2019.
Por el lado de la Oficina de Inmigración y Aduanas, ICE por sus siglas en inglés, el mandatario pidió al Congreso que apruebe 544 millones de dólares para contratar a más de 4 mil agentes de labores migratorias, fiscales y personal judicial.
En medio de esos esfuerzos, que sugieren una mano más dura en materia migratoria, la administración apartó $3 mil 100 millones para proveer 60 mil camas diarias en centros de detención de ICE.
Los fondos para estas oficinas migratorias se dan al tiempo de un propuesto recorte en los fondos para algunos programas sociales.
