Los Nacionales celebraron en el Minute Maid Park de Houston hace poco más de tres meses, ante el despecho de los Astros, sus rivales de la Serie Mundial. Ahora vuelven a coincidir en West Palm Beach, Florida, donde ambos equipos comparten complejo primaveral.
Dos realidades contrastan otra vez en este comienzo de Spring Training. La novena de Washington era pura felicidad en su festejo de octubre, ahora todo es sonrisa y esperanza por volver a vivir un campeonato feliz. Los texanos eran pura tristeza al caer el último out de la temporada pasada y ahora son polémica, silencio y desconcierto frente a lo que está por llegar.
Los Nats volvieron a firmar a Stephen Strasburg, uno de los héroes en la parada festiva que recorrió DC al regreso de la conquista, hace 14 semanas. Esperan pronto tener respuestas para la salida de Anthony Rendón. Los siderales impidieron el acceso a la prensa este miércoles para que los medios de comunicación no hicieran preguntas sobre el escándalo del robo de señas, que protagonizaron en 2017 y es el tema de moda últimamente en el beisbol.
La realidad de esas dos organizaciones vuelve a colisionar en los diamantes.
El manager Dave Martínez tiene suficientes asuntos que atender, antes de ocuparse de sus contrincantes.
A partir de ahora, y hasta finales de marzo, Martínez debe decidir quién será el defensor de la tercera almohadilla. Ido Rendón, le toca probar al prospecto Carter Kieboom, de gran ofensiva en las Ligas Menores, a fin de saber si será él o Asdrúbal Cabrera quien ocupe la antesala el Día Inaugural. Debe tomar medida a sus relevistas, para rediseñar un bullpen que fue su lado flaco en 2019 y que ahora presenta un nuevo protagonista, Will Harris, que compartirá en los innings finales con Sean Doolittle y Daniel Hudson. Debe insuflar en sus pupilos las ganas de repetir, la inconformidad necesaria para salir en busca del bicampeonato.
West Palm Beach vuelve a ser el sitio donde coinciden los ganadores del banderín en las ligas Americana y Nacional. Los unos sufren en el desconcierto, los otros tienen sus cabezas en alto, exactamente como pasó con ambos hace pocos meses, al caer el último out de la Serie Mundial.