Por María Corina Roldán Robles | @macoroldan
y Ricardo Sánchez-Silva | @ricardolodice
Especial para El Tiempo Latino
Dentro de la hermética agenda del presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, se anunció sorpresivamente el pasado 19 de enero que el político participaría en la Cumbre Hemisférica por la Lucha Contra el Terrorismo a realizarse en Bogotá (Colombia), justo en un momento de coyuntura política por la delicada situación que atraviesa la Asamblea Nacional y una imagen que se había visto debilitada ante la opinión pública.
Una vez más, Guaidó salió de Venezuela para emprender una gira que burla todas las restricciones de salida del país que ha intentado imponer el régimen de Nicolás Maduro contra el parlamentario a través del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) desde enero de 2019, y en la que además visitó al menos seis países.
En esta oportunidad fue recibido con todos los honores que se otorgan a un jefe de Estado en cada nación que visitó, donde sostuvo reuniones con reiterados mandatarios y figuras políticas que apoyan la estrategia que intenta emprender la oposición venezolana.
En Bogotá tuvo la oportunidad de conversar con el presidente neogranadino, Iván Duque, y con el Secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo. A pesar que la agenda del parlamentario venezolano no fue revelada y se desconocía las acciones que tomaría después, emprendió vuelo a Europa para participar en el Foro Económico Mundial que se realizó en Davos (Suiza).

DIÁSPORA. A la salida de la OEA, Guaidó se reunió a la diáspora venezolana que lo esperaba frente a la institución bajo la lluvia. | Crédito: Marlon Correa para ETL.
Sin embargo, Guaidó pasó por distintas ciudades, entre ellas Londres, Paris y Madrid para reunirse con el primer ministro británico, Boris Johnson, con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, al igual que con congresistas, ministros y representantes de partidos políticos españoles.
También tuvo encuentros con personalidades del Parlamento Europeo, la Eurocámara y los vicepresidentes de la Comisión Europea y en Madrid fue recibido con honores de jefe de Estado por las autoridades municipales y regionales, quienes le otorgaron la llave de la ciudad, conocida como la Llave de Oro, en un encuentro con la diáspora venezolana que llenó la Puerta del Sol.
Aunque parecía que la gira culminaba con éxito en este evento, Guaidó volvió a sorprender tomando vuelo hacia Canadá para reunirse con el primer ministro, Justin Trudeau, y el ministro de Asuntos Exteriores, Francois-Philippe Champagne.
Y así llego a EEUU
Un llamado para que la diáspora venezolana y otros inmigrantes de América Latina se unieran al presidente encargado Juan Guaidó en Miami, fue realizado por el embajador de Venezuela ante EEUU, Carlos Vecchio, vía Twitter el 28 de enero. El encuentro se consumó cuatro días después, en la víspera de uno de los eventos deportivos del año más importante para los americanos, el Super Bowl.
Era primera vez que el mandatario pisaba suelo estadounidense y la expectativa crecía, sobre todo porque la gente se preguntaba si sería la ciudad del sur de Florida el punto de encuentro con el presidente Donald Trump o si realmente se encontrarían. Nada se sabía, pues el secretismo continuaba hasta el momento.
Sin embargo, la Casa Blanca anunció en horas del mediodía la presencia del comisionado especial de Seguridad e Inteligencia del gobierno interino de Venezuela, Iván Simonovis, como invitado especial al discurso del Estado de la Unión el martes 4 de febrero, el cual tendría lugar esa noche en Washington. Aún se mantenía la expectativa, incluso con la prensa, hasta que horas más tarde el senador Rick Scott confirmó la noticia que provenía de Bloomberg News, de que Guaidó estaría en el discurso anual.
Su aparición en las inmediaciones del Congreso en uno de los eventos políticos más importantes del año, no solo confirmaría su asistencia como invitado especial, sino que consolidaría su liderazgo con el respaldo bipartidista luego de la ovación que tanto republicanos como la mayoría de los demócratas le ofrecieron. Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, se unió al aplauso junto al presidente Donald Trump y al Vicepresidente Mike Pence desde la tribuna.
“Maduro es un gobernante ilegítimo, un tirano que brutaliza a su pueblo, pero el dominio de [su] tiranía será aplastado y roto. Señor presidente [dirigiéndose a Guaidó], lleve este mensaje de vuelta, que todos los americanos estamos unidos con el pueblo venezolano en su derecho por luchar por la libertad. El socialismo destruye las naciones, pero la libertad unifica el alma”, dijo Trump luego de presentar al mandatario.
Desde ese momento, los próximos días estarían marcados por una agenda que incluiría su recepción en la Casa Blanca por parte de Pence y el mismo Trump, para luego visitar el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la sede de USAID, pasar por el Departamento de Estado y estrechar su mano con el secretario Mike Pompeo, hasta encontrarse con la misma Pelosi para concluir su visita con su encuentro con el secretario de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, en la sede de esa misma institución.
Pasadas las 3:30 pm del jueves 6 de febrero, el funcionario venezolano hizo entrada a la Casa de las Américas, recibido por Almagro, en compañía otros políticos miembros de su gobierno. Luego de las fotos, se le pidió a la prensa que saliera del salón, donde sostuvieron una reunión a puerta cerrada, para posteriormente reunirse con observadores, embajadores de distintos países y representantes de las misiones diplomáticas.
“Lo derrotamos políticamente [al régimen de Maduro], construimos mayoría desde hace años en Venezuela, nos hemos movilizado, hemos arriesgado nuestras vidas una y otra vez y lo seguiremos haciendo hasta lograr la libertad, pero se amparan hoy en grupos terroristas como el ELN, la disi-dencia de las FARC, grupos de narcotráfico que hoy tienen presencia, por cierto, en todo el hemis-ferio”, declaró el presidente a los medios.
Este factor de denunciar a grupos terroristas que hacen vida en territorio venezolano fue parte de su agenda en la gira, elemento que incluso también destacó públicamente junto a Pelosi. Por su parte, el mandatario no dejó pasar su asistencia a la OEA para incluir dentro de estas amenazas a la región a “células del Hezbollah”.
Guaidó afirmó que hoy día la dictadura no solo constituye un problema para la nación caribeña, debido a la emergencia humanitaria por la que atraviesa, sino para la región. También hizo énfasis en la destrucción del Amazonas en “112 mil km2 en los que habitan 20 etnias indígenas venezola-nas siendo masacradas, desplazadas, simplemente por la intención totalitaria de un régimen que no entiende que se le acabó su tiempo, que no tiene respaldo popular, internacional”, afirmó, mientras que recordó que la explotación del oro representa “dinero manchado de sangre” que no llega al pueblo, sino a financiar estos grupos irregulares o los colectivos (paramilitares) “que atentaron contra diputados el 15 de enero para tratar de prohibir lo que era inevitable, que instaláramos el parlamento, que avanzáramos legislando y buscando soluciones a la crisis que vive hoy Venezuela”.
Para José Vicente Carrasquero, politólogo y profesor de opinión pública, esta gira internacional se traduce en la posibilidad de que se arme un caso “de primera mano contra el régimen de Maduro”, en relación al terrorismo y narcotráfico internacional. “Lo que es verdaderamente importante, en mi opinión, es que haya podido haber un intercambio entre la persona responsable de la política de la fuerza democrática en Venezuela y los principales actores de la política mundial, en particular de nuestro principal aliado en estos momentos que es EEUU”, aseveró el especialista a El Tiempo Latino, mientras que enfatizó que la gobernabilidad de la dictadura está “gravemente comprometida”.
Al salir de la se de al OEA el presidente encargado se encontró con un grupo de venezolanos, parte de la diáspora en Washington DC. Desde allí, tal como lo había hecho en Miami, pidió unidad y empujar hacia el mismo lado para derrotar la dictadura socialista y prometió a los presentes que volverían a unirse con sus afectos, con los seres queridos que han dejado atrás, al enfatizar que le dijo al presidente Trump que a diferencia de otros inmigrantes, los venezolanos querían volver a casa una vez recuperada la democracia.
El regreso de Guaidó se anunció finalmente la mañana del 11 de febrero para las 3:00 pm (hora Caracas). Casualmente Maduro había convocado un evento con los trabajadores de Conviasa, aerolínea del Estado venezolano sancionada por el Tesoro de EEUU a inicios de febrero, a la misma hora.
No obstante, una fuente del Ministerio de Transporte reveló a este medio que se estuvo trabajando desde la institución por el acto durante tres días pero lo “mandaron a suspender desde Conviasa horas antes y lo mudaron a Miraflores”. De igual forma, los paramilitares adeptos al régimen se mantuvieron en las instalaciones del aeropuerto para agredir a Guaidó al llegar, a su equipo y a los periodistas.

AGRESIÓN. Al llegar a Venezuela, paramilitares adeptos al régimen agredieron a Guaidó, su equipo y periodistas en las inmediaciones del aeropuerto de Maiquetía. | Crédito: Efe/Rayner Peña.
Al menos tres trabajadores de prensa resultaron con heridas de gravedad, politraumatismos y el tío del presidente encargado, Juan José Márquez, está desaparecido desde entonces.
La gira terminó: ¿Ahora qué?
Aunque la gira terminó, el presidente encargado de Venezuela tendrá que enfrentarse a un reto mayor: unificar todos los sectores de la oposición para emprender con éxito la estrategia en torno a la salida del régimen, así lo expone el consultor político de Acción Politik, Dayner Pariata.
“Juan Guaidó tiene que hacer todo lo posible, que esté en sus manos, lo que esté a su alcance, para unificar a esos múltiples sectores de la oposición y que confluyan en una única estrategia. Una de las cosas más importantes a la que debe apostar es la estrategia unitaria; lograr tender los puentes necesarios para que la estrategia se unifique en torno a una salida”.
Pariata insistió en la importancia de este punto porque los próximos días serán determinantes para vislumbrar “como se van a empezar a mover las fichas de ajedrez en el tablero” de Venezuela.
“Si eso llegase a ocurrir en el corto plazo, sería una victoria tremenda para Juan Guaidó”, sentenció el consultor al resaltar que la sociedad venezolana está pidiendo unidad en el liderazgo.
Más ahora que Guaidó renunció a la militancia del partido político Voluntad Popular con el fin de trabajar de la mano de la sociedad civil, manifestó, ya que esto libera al presidente encargado “de un montón de elementos y decisiones”.
“La decisión es precisamente para que el partido Voluntad Popular, que según los expertos ha sido calificado como un partido sectario, no tenga la posibilidad de inmiscuirse en decisiones de Estado que tendría que tomar independientemente de que fuesen populares o no”.
Sobre todo porque consideró que la gira ayudó a la oposición venezolana a resurgir “como el fénix de las cenizas” tras un decaimiento notorio, aunque no determinante, en la opinión pública que se presentó a final de 2019. Sin embargo, recordó que el panorama político venezolano suele ser dinámico, a pesar de tener períodos de estancamiento.
Por su parte, a juicio de Carrasquero, las acciones que vienen seguirán siendo económicas y diplomáticas. El caso de las sanciones de EEUU a CONVIASA, aerolínea del régimen, fue un ejemplo casi inmediato. “Lo más que puede llegar a pasar, en mi opinión, es que se imponga un bloqueo de las costas venezolanas, para impedir que Venezuela siga enviando petróleo a Cuba o que siga burlando las sanciones, yo creo que eso sería una acción muy importante, pero no veo el panorama de una acción bélica”.
Comunidad internacional: ¿Indiferencia o interés?
Para Pariata, la comunidad internacional es uno de los actores que se encuentra a la expectativa con la resolución de los problemas en Venezuela. Según el especialista, a esta le beneficia “mucho” apoyar la estrategia de Guaidó porque “este tipo de conflictos suelen extenderse si no se toman medidas al respecto, cada vez se van recrudeciendo un poco más hasta que el mundo se da cuenta que se le fue de las manos”.
Asimismo, resaltó que la situación ha puesto en vilo al resto de los países principalmente por el aluvión de venezolanos que han recibido ante el éxodo masivo, afectado de alguna forma su economía o generando problemas sociales, además otros conflictos dados por situaciones internas.
No obstante, puntualizó que el apoyo que pueda brindar la comunidad internacional a la estrategia también puede servir para beneficiar a los distintos actores políticos en sus respectivas estrategias, como por ejemplo el caso de EEUU que está por vivir unos comicios presidenciales en los que los candidatos buscarán capitalizar el voto latino.
De igual forma, Pariata expuso que la gira afianzó la envestidura de Guaidó desde un punto de vista político y estratégico aunque no reparó en condenar que “España fue el sinsabor más grande que pudo tener porque es un país con el que tenemos lazos muy fuertes y que conoce la situación de primera mano”.
Manifestó que la Unión Europea es un actor crucial en la estrategia y las acciones de gobierno español, que fueron desde la negativa de ser recibido por Pedro Sánchez, hasta el haber recibido a la vicepresidenta del régimen de Maduro en suelo español a escondidas, son aspectos que generan movimiento negativos “en los tableros de ajedrez”.
“El panorama geopolítico está bien interesante, bien caldeado, muchas aristas. Guaidó estuvo en los escenarios políticos más importantes. Creo que su imagen se fortaleció muchísimo; supo capitalizar eso y además supo aprovechar el timing”.