En primer lugar, fue tras los fiscales que recomendaron una sentencia de varios años para su amigo Roger Stone. Luego Trump dirigió su ira en Twitter en la “caza de brujas” de la investigación del abogado especial Robert S. Mueller III, que llevó a la acusación de Stone. Pero quizás lo más sorprendente fue la decisión de Trump de apuntar a la jueza de distrito, Amy Berman Jackson, quien determinará el destino de Stone cuando comparezca en su tribunal el próximo jueves.
No era la primera vez que Trump va tras un juez federal o cuestiona el poder judicial, pero el ataque del martes fue, sin embargo, molesto para los actuales y antiguos jueces. Ahora toca esperar a ver si Jackson enviará o no al amigo del presidente a prisión.
El ataque a la lueza, que ha presidido una serie de casos relacionados con los asociados de Trump en el último año, es el último golpe del presidente cuando no está de acuerdo con los fallos. Después de que Trump criticara a un juez de un tribunal de distrito que falló en contra de la administración en 2018, el presidente del Tribunal Supremo John G. Roberts Jr. dio el raro paso de responder y refutar la caracterización que el presidente hizo del juez como un “juez Obama”.
Roberts, nominado por el presidente George W. Bush, ha sido el blanco de la ira del presidente, pues Trump lo ha etiquetado como un “desastre absoluto” por su voto en 2012 para mantener la Ley de Cuidado de Salud Asequible.
Otros presidentes han expresado su consternación por las decisiones de los tribunales, como lo hizo el Presidente Barack Obama durante su discurso sobre el Estado de la Unión de 2010, después de que la decisión de la Corte Suprema en el caso Citizens United v. FEC abriera la puerta para que las empresas y los sindicatos gastaran libremente en las elecciones. Pero las críticas de Trump llegan cuando la sentencia de Stone está pendiente.
Michael Caputo, ex asesor de campaña de Trump, anunció el miércoles un comité para recaudar fondos para la apelación de Stone junto con una campaña de petición para que sea perdonado.
“Roger Stone defendió a Donald Trump. Ahora Estados Unidos debería defender a Roger Stone. Por favor, tómese unos segundos para ayudar firmando la petición de indulto a Roger Stone”, dice el sitio web creado por el comité.
Con información de The Washington Post